viernes, 2 de mayo de 2014

25 ARTESANOSDE HUAMBALÓ TRABAJAN CON SU PROPIA MARCA





Para la mayoría de habitantes de la parroquia Huambaló, la fabricación de muebles es la principal fuente de sustento económico familiar desde hace casi dos décadas. Huambaló está en el cantón Pelileo, ubicada a 30 minutos de Ambato, Ellos cambiaron el cultivo de cebolla blanca y manzanas por la producción de muebles. El 80% de los 16 000 habitantes de la zona está vinculado con los 180 talleres y 80 almacenes donde se fabrican y se venden muebles de todo tipo y valor.
La semana pasada, 25 de los artesanos de moblaje presentaron su propia marca: 'Huambaló es muebles'. De acuerdo con Ana María Rodríguez, de muebles María Elena, la idea es formar una asociación con productores calificados y crear el Comité de Promoción y Regulación de tratamiento posventa de los productos de la parroquia.
Los almacenes integrados al grupo contarán con un sello que será visible para los clientes.
Orlando Mena, organizador del grupo, explica que el objetivo de asociarse es tener la Cámara de Comercio y Producción de Muebles. "Contaremos con una oficina de información para los clientes, en donde se receptarán quejas, inquietudes y sugerencias".
Este, añade Margarita Cajo, se encargará de informar a los compradores con los números telefónicos de los locales y explicará que los productos tienen garantía de dos años.
Otro de los servicios de la agrupación será que los productos fabricados muestren una etiqueta, que contendrá las recomendaciones básicas de manipulación y formas para mantener el mueble.
Rodríguez recuerda que con su exesposo fueron parte de los pioneros de la manufactura de muebles. Antes eran agricultores, pero decidieron incursionar en el negocio de la madera y ahora manejan, cada uno, sus propios talleres y almacenes.
"Al inicio hacíamos solo los armazones y poco a poco fuimos innovando hasta posicionar el producto. Ahora confeccionamos juegos de sala, comedor, cocina y de oficina. Nuestros compradores llegan de Quito, Guayaquil y la Sierra centro", indica Rodríguez.
Las calles de Huambaló son asfaltadas y adoquinadas y todas conducen a la plaza Central, donde empezó este negocio. Justamente a un lado del parque, Francisco Silva puso su taller. Allí elabora, desde hace 32 años, los armazones de los muebles que distribuye entre sus compañeros y vecinos.
"Aprendí en el primer taller que hubo en la parroquia y luego me independicé. Hago muebles en bruto; tengo tres trabajadores y cada uno elabora un juego y medio mensual", comenta Silva.
En la entrada al pueblo, los letreros que promocionan a las microempresas familiares cuelgan de las paredes y de las azoteas de las casas. Una de las publicidades informa la fabricación de muebles modulares.
Es el local de Juan Carlos Villegas. El emprendedor, nieto de otro de los precursores de esta labor, Abelardo Paredes, incluye en su oferta diseños contemporáneos y modulares.
La madera de copal, laurel y canelo, con la que se elaboran los muebles, se trae de la Amazonía. "Respetamos el medioambiente y no compramos la materia prima que está prohibida", asegura Rodríguez.
Eloy Gamboa también era agricultor, pero hace 14 años fabrica muebles. Oriundo de Baños llegó a la parroquia tras ser evacuado en 1999 con la reactivación del volcán Tungurahua y porque su esposa es huambaleña. Pese a que tiene su taller en Ambato, sus productos se comercializan en la parroquia, de 50 km2 de superficie.
NO OLVIDE
  • Huambaló está  a 15 minutos del centro de Pelileo. Los 9 kilómetros de la vía, de doble carril, están asfaltados.
  • Los turistas  pueden apreciar al volcán Tungurahua en su proceso eruptivo, desde varios puntos de observación.
  • La parroquia  cuenta con dos restaurantes para degustar platos típicos y a la carta.
  • Los precios  de los muebles varían entre USD 500 y 1 200. Los artesanos aceptan tarjetas de crédito y tienen servicio de entrega a domicilio en el país.  La recomendación   es llevar ropa abrigada. El clima de la zona es frío; además suele haber neblina.

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