El Ejército de Tailandia introdujo el martes la ley marcial por la crisis política que se prolonga ya varios meses y que ya ha dejado al menos 28 víctimas mortales y cientos de heridos.
El anuncio, emitido entonces por un canal de televisión controlado por los militares, afirmó que el objetivo es "restaurar la paz y el orden para la gente de todas partes", y aseguró que no se trata de un golpe de Estado.
Las protestas contra el Gobierno de la primera ministra, Yingluck Shinawatra, empezaron hace seis meses. El 7 de mayo de este año el Tribunal Constitucional de Tailandia la obligó a abandonar el cargo acusada de abuso de poder por despedir al jefe del Consejo de Seguridad Nacional en 2011.
El cargo del primer ministro interino fue ocupado por Niwattumrong Boonsongpaisan, del mismo partido que su antecesora, Puea Thai. El viernes pasado un grupo de senadores tailandeses que apoyaban a la oposición pidieron la dimisión de Niwattumrong Boonsongpaisan para poder formar un nuevo Gobierno, pero el lunes este se negó a hacerlo.
En Tailandia los militares retienen a los participantes en las negociaciones que se llevaban a cabo para resolver la crisis política en el país, según informan varios canales de televisión tailandeses.
En las negociaciones, organizadas por la cúpula del Ejército tailandés, tomaban parte activistas partidarios y detractores del Gobierno, así como políticos del partido gobernante y de la oposición. De acuerdo con informes de los medios locales, los militares secuestraron a los participantes en la reunión y los llevaron a un lugar desconocido.
"Las negociaciones entre los políticos no tuvieron éxito", resaltó Prayuth Chan Ocha, que de esta manera justificó el golpe militar.
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