La estrategia consiste en podas especializadas de árboles envejecidos de plantaciones antiguas, abandonadas o sin la debida aplicación de prácticas agrícolas. El proyecto es financiado por el Estado y ejecutado por el Ministerio de Agricultura.
Javier Villacís, gerente del proyecto, señaló que los beneficiarios son los productores de pequeña escala del cacao Nacional o conocido como “fino de aroma”. La intención es reactivar esas fincas con las podas y que los productores sigan adelante en esas labores de cuidado de los huertos.
El funcionario indicó que el Consorcio Solidaridad Cacaotera (adjudicado en la poda) reportó al Proyecto de Reactivación de Café y Cacao Nacional fino de Aroma, el trabajo en 19´841.190 árboles podados en 15 provincias.
Villacís dijo que durante el desarrollo de la minga se realizó la recopilación de información socioeconómica y productiva de los productores para diseñar estrategias en beneficio de los agricultores de este sector.
Primer generador de divisas
En los años 1890 hasta 1910, el cacao fue el principal generador de divisas en Ecuador, por lo que el Estado promueve el resurgimiento de la actividad para alcanzar una mayor producción y exportación, pero, con el cacao nacional (fino de aroma) que es lo que caracteriza al país en el mundo.
Ecuador tiene 470 mil hectáreas de cacao cultivadas, 350 mil son de tipo nacional (20 por ciento clones) y 120 mil hectáreas del CNN-51.
La poda
La poda permite modificar el crecimiento natural de la planta para establecer el equilibrio entre la vegetación y la calidad del fruto con el acceso de más luz hacia la mazorca.
Raúl Valle, del Centro de investigación del cacao (Ceplac) de Brasil, indicó que la arquitectura de la planta debe ser adecuada para mejorar el volumen de las cosechas. En este contexto la poda es fundamental junto con otras prácticas de manejo.
El científico dijo que las épocas consideradas más apropiadas para realizar las podas son durante los periodos de mínima carga de frutos al final de la zafra, cuando haya baja floración y actividad foliar reducida.
Las enfermedades que se combaten con este trabajo son: la escoba de la bruja, monilia, mal de machete y mazorca negra.
Carmen Suárez, del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias, indicó que la estrategia del manejo integrado del cultivo demanda bajar la altura del árbol; el mantenimiento y fitosanidad de la huerta; y, la remoción de frutos enfermos.
Dijo que el proceso de recuperación produce réditos económicos y el agricultor debe conseguir sustento de otras fuentes. Esto se debe realizar por espacio de dos años en donde demandará esfuerzos y dedicación a la que no están acostumbrados los productores.
Apoyo de productores
Arturo Luna, agricultor de la zona de El Oro Los Ríos, dijo que el huerto es pequeño y como el cacao se produce solo, muy poco hacían para combatirla las enfermedades.
“Nosotros sacábamos 3 a 4 quintales por hectárea al año del fino de aroma; ahora nos aseguran que con la poda las cosechas serán de 50 quintales al año y creciendo. Eso nos alienta, porque pensábamos tumbar los árboles que tienen más de 60 años aquí”, dijo.
Francisco Fuentes, productor de El Oro, precisa que mientras podaban sus árboles fue capacitado por los técnicos del Magap para también continuar con la iniciativa gubernamental, aunque espera seguir recibiendo este apoyo en su finca.
El agricultor dijo que el proyecto es a largo plazo y piensa iniciar la producción de chocolate para vender en el país y de ahí depende el impulso que haya para procesar la pepa. “Quizás podamos hasta exportarla", manifestó.
Tres tipos de poda:
De Formación: da forma al árbol en la etapa de establecimiento.
De manutención: eliminación de ramas secas, enfermos o dañados, altura y despuente lateral. Eliminación plantas parásitas.
De producción: realiza en árboles deteriorados. Reducción de altura, regeneración por chupón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario