miércoles, 21 de mayo de 2014

LA DEVALUACIÓN EN COLOMBIA AFECTA AL COMERCIO EN TULCÁN

La continua devaluación del peso colombiano frente al dólar está alejando a los clientes colombianos de Tulcán. Ayer, 20 de mayo, en el mercado informal, con 1 960 pesos se podía adquirir USD 1.

 Mientras que a inicios de este año los vecinos de Colombia necesitaban 1 900 pesos para comprar USD 1. "Esta fluctuación monetaria afecta directamente al sector comercial, porque refleja un encarecimiento de precios en los productos ecuatorianos".

Esa es la reflexión de Jairo Pozo, directivo de los comerciantes de la calle Bolívar, principal arteria de la capital del Carchi. El malestar del sector subió de tono el lunes último, cuando aproximadamente 500 comerciantes y empleados de bodegas y almacenes realizaron una marcha, vestidos de negro.

"Estamos de luto porque el comercio está muriendo". Esa era una de las leyendas que se leían en los carteles con los que recorrieron las calles de la capital del Carchi. La jornada incluyó el cierre de locales, en cuyas puertas también se colocaron lazos violetas y negros. Otros además colocaron letreros con la frase "se vende". "Hace un año las ventas eran mejores y nos permitían generar empleo", comenta Pozo. El dirigente teme que si las cosas siguen así, se produzca un cierre masivo de negocios.

 El comercio representa el motor de la economía de Tulcán. En esta ciudad hay 727 establecimientos de venta al por menor, que mueven USD 32 millones al año, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

Ese informe señala que solo este sector, que ofrece alimentos, bebidas o tabacos, garantiza empleo a 1 027 personas de la localidad fronteriza. Miguel Rojas, periodista de Radio Caracol (Colombia), recuerda que cruzaban a Tulcán hasta para comprar pan.

"Pero frente al cada vez más alto precio del dólar ya no es conveniente adquirir cosas acá", dice. Ahora son pocos los productos ecuatorianos que demandan los vecinos. Se destacan arroz, huevos y gaseosas que ofrecen los mayoristas.

Las ventas asimismo afectan a los comerciantes minoristas, que en abril y mayo pasados protagonizaron marchas, pidiendo la asistencia de las autoridades ecuatorianas. Royer Estrada, directivo de la Unión de Comerciantes Fronterizos, considera que los controles aduaneros, policiales y militares ahuyentaron a los clientes colombianos.

La marcha del lunes concluyó con una reunión entre los comerciantes y las autoridades. Ahí se entregó un pliego con nueve peticiones que buscan la reactivación del comercio en la capital del Carchi.

Entre otras cosas solicitan créditos a bajo interés, la revisión de los cánones de arrendamiento de locales comerciales y que la Asamblea Nacional retome el análisis de la Ley de Desarrollo Fronterizo. Entre tanto, ayer los negocios volvieron abrir sus puertas, en espera de clientes. La céntrica calle Calderón, que solía estar llena de compradores extranjeros, estibadores, cambistas de moneda..., lucía vacía.

Para la comerciante Jackeline Miranda, los tratados de libre comercio firmados por Colombia son otra de las causas que afectan a Tulcán. Patricio Benavides, comerciante de calzado deportivo, por ejemplo, afirma que con esos acuerdos bajaron los precios. "Un par de zapatos extranjeros que cuestan en el Ecuador USD 120, en Colombia ahora se los encuentra entre 70 y 80". "En Ipiales todo está más barato", agrega Miranda.

Por ejemplo, explica que la caja de aceite ecuatoriano era un producto apetecido por los vecinos. Pero hoy cuesta USD 18,30 en Tulcán y en Ipiales se consigue a USD 17,80. El arroz tiene demanda todavía, porque cuesta USD 40, en el lado ecuatoriano. En Colombia el quintal llega a USD 55. Como Miranda, decenas de negociantes incluso piensan en incursionar en otras actividades económicas, como invertir en transporte o trasladar sus negocios a otras ciudades.

Elkin Angarita, negociante colombiano, ratifica que los controles y el diferencial cambiaron han ahuyentado a los tours de compras que llegaban desde Cali, Bogotá y Popayán. Antes había más visitantes que viajaban para recorrer sitios turísticos y hacer compras, en Carchi e Imbabura. Según Nelson Cano, presidente de la Cámara de Comercio de Tulcán, otra alternativa para dinamizar el comercio fronterizo sería ampliar el monto permitido de la canasta familiar de compras, que se pueden movilizar de un país a otro.

 "De acuerdo a los convenios internacionales, es de 4 salarios básicos unificados. Pero debería ser de 6". Es decir, subir de USD 1 360 a 2 040.


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