lunes, 9 de diciembre de 2013

EL BALSERITO CUBANO RECUERDA SU HISTORIA EN ECUADOR

Elián González, el niño cubano que a los cinco años de edad perdió a su madre en un naufragio mientras se dirigían a EE.UU., llegó el viernes 6 de diciembre del 2013 a Ecuador. Ahora tiene 20 años. 
Él es parte de la delegación de ese país del Caribe que arribó a Ecuador para participar en el XVIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes que se lleva a cabo en Quito y que culminará el próximo viernes.
En una de sus charlas González dará a conocer cómo fue su proceso para regresar a Cuba después de que dos pescadores lo hallaran en 1999, flotando en una llanta de automóvil en alta mar junto a dos sobrevivientes.
Él junto a su madre y otras 12 personas huyeron el 22 de noviembre de ese año hacia Estados Unidos a bordo de una frágil balsa de cinco metros de largo. Al día siguiente la embarcación naufragó.
De esa fecha Elián recuerda que fue “retenido por el imperio. De alguna forma se puede decir que fue un secuestro porque al pisar el suelo americano se me negó estar con mi padre”, dice mientras camina por la pista del antiguo aeropuerto de Quito, lugar donde se desarrolla el encuentro de jóvenes de izquierda.
“Todo niño debe estar con su padre, no me dejaron regresar. Él tuvo que ir a buscarme. Al yo llegar al suelo norteamericano me acogieron unos tíos que vivían allá. Parte de la derecha de ese Gobierno hizo una campaña para que yo no regresara con mi padre. Gracias al apoyo, en parte, del pueblo norteamericano, que al saber de la causa y ver que teníamos la razón, pude regresar con mi padre a Cuba”, rememora Elián.
Los tíos de Elián se negaron a devolverlo a su padre aunque la justicia así lo ordenaba. En un operativo que duró apenas tres minutos, a las 05:15 de la madrugada del 22 de abril del 2000, más de cien agentes armados sacaron a Elián González de la residencia en la Pequeña Habana, en Miami. Cuatro horas después se reunió con su padre Juan Miguel en la base aérea de Andrews, cerca de Washington. El niño permanecerá en ese lugar junto con su padre, mientras termina el proceso.
Ese niño, que ya es todo un joven y que mide cerca de 1,62 de estatura, conversará en Quito con los jóvenes de más de 80 países y les dirá que Cuba lleva una revolución donde el principio es el respeto a la igualdad de las personas. Dice que Cuba está sustentado en la equidad, el respeto y que el modelo revolucionario-socialista es viable.

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