En Ecuador existirían 4 ‘ejércitos indígenas’
o grupos militares, autodenominados así por las comunidades a las
que representan. Una de ellas estaría liderada por un sargento en
servicio pasivo de las Fuerzas Especiales del Ejército,
excombatiente de la guerra del Cenepa (1995). Se haría llamar
‘Comandante’ y trabajaría en una empresa de seguridad. Contaría
con el apoyo de indígenas que realizaron la conscripción.
Otro de los colaboradores sería el supuesto exmilitar que
entrenaría a jóvenes en un parador turístico, ubicado en
Palora-Sangay (Comunidad Taguasaqui).
El exmilitar tendría una línea radical en contra del Gobierno
actual. Franco Viteri, presidente de la Confeniae, indicó que conoce
al ‘Comandante’ desde pequeño, porque fueron vecinos. Aclaró
que no es un sargento en servicio activo ni pasivo y que no entrena a
nadie. “No hay que criminalizar a este señor ni a nadie”, apuntó
Viteri.
El exmilitar sería parte de un grupo de uniformados conocidos
como “Los Wio”. Visten como militares, protegidos con chalecos,
pasamontañas o franjas de tinta verde o negro y portando escopetas o
lanzas. Los ‘Wio’ operan en Sarayaku, una de las comunidades
kichwas en la provincia de Pastaza.
Los wio, según sus líderes, están llamados a ejercer autoridad
en esa jurisdicción conformada por 135 mil hectáreas de selva, pese
a que el Estado ecuatoriano tiene fuerzas del orden legalmente
constituidas para cumplir esa tarea.
Estos grupos armados se habrían conformado hace una década al
interior de la selva, pero tomaron notoriedad cuando se conoció que
alrededor de 20 de estos “militares indígenas” brindaban
protección a los prófugos de la justicia Cléver Jiménez
(exasambleísta de Pachakutik), Fernando Villavicencio y Carlos
Figueroa, sentenciados a 18 meses de prisión por injuriar al
presidente Rafael Correa en el caso 30-S.
Y fue precisamente ese grupo el que impidió que la Policía y
Fiscalía cumplieran la orden judicial de verificar si los tres
sentenciados permanecían refugiados en Sarayaku. Una vez allí, los
funcionarios fueron amenazados con armas de fuego y lanzas, por lo
que tuvieron que abandonar la zona, informaron los ministros del
Interior, José Serrano, y de Justicia, Ledy Zúñiga.
Wio se creó en 2003
La ‘policía de la comunidad’ o el Grupo de Seguridad Interna
Taysajaruta -conocida como Wio-, se habría creado en 2003, a raíz
del conflicto con el Estado. Lo integrarían a tiempo completo
alrededor de 100 nativos, entre jóvenes y adultos, quienes desde el
28 de abril pasado se mantienen en alerta máxima, debido a los
supuestos sobrevuelos de naves del Ejército.
Los wio realizan constantes rondas de vigilancia en la selva.
Dirigentes de Sarayaku como Franco Viteri, presidente de la
Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía
Ecuatoriana (Confeniae) -y según diario Expreso, jefe de seguridad
de esos grupos armados-, aseguran que disponen de escopetas en cada
puerta de los hogares indígenas y lanzas estratégicamente
escondidas en árboles.
Y aunque parecería que estuviesen listos para enfrentar una
guerra o para repeler a cualquier invasor, Viteri dice que esas armas
son exclusivamente para la caza de animales, una costumbre que vienen
practicando ancestralmente y que, según el pueblo guerrero de los
Sarayaku, no requiere de ningún permiso.
Niños y jóvenes de Sarayaku reciben adiestramiento en el uso del
arco y la flecha como parte de su costumbre. Por ello entrenan con
botellas plásticas ubicadas a 20 metros de distancia como blanco
fijo. Pero la jornada de entrenamiento -según publicó un
diario con sede en Guayaquil- se habría intensificado hace un mes
cuando Jiménez, Villavicencio y Figueroa decidieron huir de la
justicia y esconderse en dicha comunidad, con el aval de ciertos
dirigentes indígenas.
“No soy jefe de seguridad. Como presidente de la Confeniae he
sido invitado a un congreso del pueblo Sarayaku, donde soy socio.
Después de eso me quedé una semana haciendo mis trabajos y hoy
(lunes pasado) estuve en una minga que hizo mi mamá. A las 09:00,
cuando empezamos a trabajar, llegaron dos helicópteros, aterrizaron
en la pista y estuvieron jóvenes de Sarayaku con lanzas, por lo que
es falso eso de que estuvimos con armas”, dijo Viteri a
EL TELÉGRAFO.
Califica como “obvio” que en su comunidad haya escopetas para
la caza, una actividad normal y que nadie puede desconocer, y de la
cual está informada la Policía y el Ejército.
Viteri participó durante las protestas contra la XI Ronda
Petrolera, en noviembre pasado en Quito. Allí se produjeron
agresiones en contra del embajador de Chile en Ecuador, Juan Pablo
Lira, y del empresario bielorruso, Andrei Nikonkov. También
estuvieron Patricia Gualinga, dirigente Sarayaku; Bartolo Ushigua,
vicepresidente de la Conaie, y Jhonny Dahua, de Sarayaku.
El pueblo de Sarayaku, con aproximadamente 1.350 habitantes, tiene
anillos de seguridad, según informó a diario Expreso el mismo
Franco Viteri, quien además aseguró que los wio operan recién
desde hace dos meses.
El dirigente admitió que cuentan con ese “equipo de seguridad
interna”, que usan uniformes y disponen de equipos de comunicación
satelital. “Autónomamente, como Sarayaku, hemos formado ese grupo
para temas de evacuación, rescate, incendio y el sistema fluvial de
seguridad”, dijo, a la vez que resaltó que ya pensaban en
coordinar actividades con la Policía.
Indicó, incluso, que piensan legalizar a dicho grupo de seguridad
y darle institucionalidad, pues manifestó que la Constitución les
faculta para que, jurisdiccionalmente, ejerzan autoridad.
Sostuvo que están en un estado plurinacional donde tienen que
democratizar la seguridad desde la visión de los pueblos indígenas.
Descartó que sean financiados por la clausurada fundación Pachamama
y Acción Ecológica, pues señaló que son solventados por el pueblo
y que por ello brindan, gratuitamente, el servicio de seguridad
interna.
“Nosotros, con mayor derecho, somos dueños del territorio,
tenemos una lengua y somos más antiguos que el Estado republicano.
Hemos sido guerreros, o sea, no estamos al margen de la ley. El
problema es que las armas no son fabricadas por nosotros, han sido
compradas en el mercado ecuatoriano, no es que las hayamos conseguido
por otra vía. Las compramos en Puyo, Quito y ciudades donde es libre
la venta”.
Por ello consideró que no es bueno que se trate de darle una
imagen de terrorista al pueblo de Sarayaku. Reconoció que él
también tiene un arma en su casa que usa para la cacería.
Rudi Ortiz, identificado en una publicación de un diario local
del 4 de mayo pasado como jefe de los wio, dijo que están en proceso
de instruirse en defensa personal y que no siempre llevan el
uniforme, solo cuando hay problemas.
“Nuestra misión es formar a la gente para que haya menos
conflictos dentro de la comunidad. En una situación de alerta o
incursión podemos defendernos con lanzas, tenemos escopetas...,
tampoco nos vamos a dejar”, dijo Ortiz.
“Gerardo” -también citado por un diario guayaquileño- y
Ortiz serían dos de los cabecillas del grupo de seguridad, y este
último -según la prensa- habría estado implicado en un
enfrentamiento armado entre indígenas quichuas, el 29 de mayo de
2010, como parte de una disputa del territorio Kutu Kachi, ubicado a
15 horas a pie de Sarayaku.
SERRANO: “NO SON SIMPLES ESCOPETAS”
Después del operativo conjunto entre la Policía y la Fiscalía
para verificar la presencia de Cléver Jiménez, Fernando
Villavicencio y Carlos Figueroa en Sarayaku, los dirigentes indígenas
determinaron que el Estado Plurinacional les da jurisdicción,
inviolabilidad y autodeterminación.
Expresaron que se resistirían en caso de que se intentase
capturar a los sentenciados, pero “posiblemente no con armas”,
aunque han desarrollado estrategias que “no pueden revelar”.
Así lo aseguró el presidente del pueblo Sarayaku, José
Gualinga, quien ayer ante los medios de comunicación dijo que
desconoce el paradero de los tres sentenciados.
El ministro del Interior, José Serrano, publicó ayer en su
cuenta de Twitter: “Hoy son simples escopetas de cacería, pero
armas iguales mataron a Bosco Wisuma”, profesor shuar que murió
por un perdigón en 2009 durante unas manifestaciones de la Conaie.
Dijo eso refiriéndose al hecho de que líderes de Sarayaku buscan
minimizar el hecho diciendo que las escopetas que tienen son solo
para la cacería.
Serrano confirmó que se ha pedido una cita con el presidente de
la Corte de Derechos Humanos para denunciar las acciones del pueblo
Sarayaku. El mandatario Rafael Correa también reprobó esta acción
y señaló que no puede existir una “república independiente” en
un Estado soberano como Ecuador.

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