Este domingo se juega el encuentro final del campeonato de
fútbol profesional de México, pero independientemente del resultado muchos ya
saben quién ganó: el empresario Carlos Slim, copropietario de los dos equipos
que se disputan el campeonato, León y Pachuca.
Y es que más allá del ámbito deportivo, lo que en realidad está en juego es la participación de uno de los hombres más ricos del mundo en un negocio que genera cientos de millones de dólares al año y que durante décadas ha sido controlado por las dos principales televisoras del país, Televisa y TV Azteca.
El primer encuentro de la final, realizado en León el jueves 15 de mayo, fue transmitido por la cadena Fox Sports y las televisoras de paga Dish y Uno TV, vinculadas con Slim. Y la señal del partido de vuelta este domingo estará a cargo de TV Azteca, que tiene los derechos del equipo Pachuca.
Así, es la segunda ocasión consecutiva que Televisa se queda fuera de este evento, pues en el torneo anterior –que ganó León- el contrato de transmisión del último partido se fue para Fox.
Para algunos especialistas el tema va más allá de los estadios, pues forma parte de la disputa por las telecomunicaciones y especialmente la televisión de paga, donde Slim ya tiene presencia.
El fútbol es uno de los elementos centrales del negocio, no sólo por la audiencia que generan los equipos sino por la mercadotecnia que existe a su alrededor.
El equipo León, por ejemplo, genera ganancias por unos US$11,3 millones por campeonato. Y según especialistas, la participación de la selección mexicana en el Mundial de Brasil permitirá ingresos por US$1.000 millones a por ejemplo, restaurantes, empresas de publicidad o artículos deportivos y las televisoras que transmitan los encuentros.
Mensaje
"Slim quiere convertirse en el hombre que logró romper un duopolio de muchos años"
Víctor Edú, director del diario
Récord
En las próximas semanas el Congreso tiene planeado aprobar las leyes secundarias a la reforma en Telecomunicaciones, que entre otros aspectos definirán las reglas para quienes deseen participar en el negocio de la televisión.
Eso representa un nuevo escenario para el mercado donde Televisa tiene una participación de 70%, tanto en televisión abierta como la de paga. La empresa es además la principal generadora de contenidos en México y América Latina.
Durante décadas, Televisa restringió el acceso a sus programas que transmitía por señal abierta y cuando el grupo empresarial de Slim pretendió comprar alguno de ellos, la televisora estableció una elevada tarifa que hizo inviable la negociación, según dijo en su momento el consorcio.
El panorama empezó a cambiar recientemente, cuando el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) obligó a Televisa y TV Azteca a entregar gratuitamente a las compañías de televisión de paga el contenido que se emite por los canales de señal abierta.
Slim, que cuenta con el canal de paga Uno TV y colabora en la comercialización de Dish, fue uno de los beneficiados con la decisión del IFT.
El empresario, dueño de Telmex y América Móvil, las principales compañías de telefonía fija y móvil del país, quiere ampliar su participación en el mercado de televisión de paga.
Así, su presencia en la liga de fútbol profesional –donde las principales televisoras controlan una gran parte del negocio- envía un fuerte mensaje, explica a BBC Mundo Víctor Edú, director del diario deportivo Récord.
"La llegada de Slim, además de la rivalidad empresarial, es la parte más mediática del conflicto, lleva a que los mismos empresarios se paren en los estadios ante millones de personas y hagan actos públicos. El fútbol tiene ese rasgo de impacto mediático que no lo tienen otros eventos".
Imagen
Víctor Edú dice que Slim tiene capacidad económica de comprar toda la liga profesional del fútbol mexicano, pero ese no parece su propósito.
"No busca el mercado de fútbol, quiere presencia, fuerza, la parte mediática que representa el fútbol le otorga un empuje de imagen", explica. "Slim quiere convertirse en el hombre que logró romper un duopolio de muchos años".
Una imagen que parece percibir Televisa, el principal adversario empresarial del propietario de América Móvil.
En las finales del fútbol profesional la televisora suele desplegar una amplia cobertura acompañada de comercialización intensa, pero esta vez no fue así.
En los programas deportivos de Televisa la disputa entre León y Pachuca apenas fue mencionada. Según algunos especialistas, ésta ha sido una de las finales de campeonato con menos presencia entre los aficionados al fútbol mexicano.
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