domingo, 18 de mayo de 2014

CHOLO SIMEONE, EL ARGENTINO QUE ROMPIÓ EL DOMINIO DE REAL MADRID Y BARCELONA

Cuando el Atlético de Madrid ganó la Liga española de fútbol en la temporada 1995-96, Diego Pablo 'Cholo’ Simeone era uno de sus jugadores. Han tenido que pasar 18 años para que el Atlético se hiciera de nuevo con el título y Simeone ha sido, una vez más, partícipe del triunfo. Esta vez, con un papel protagonista: como director técnico del equipo.

"Ole, ole, ole, Cholo Simeone" es uno de los cánticos que más se escuchan en el estadio Vicente Calderón, hogar de los "rojiblancos" o también llamados "colchoneros". Y no sólo en su campo. Es un lema que va allá donde llega la afición del Atlético de Madrid.

Su filosofía de enfrentar la competición "partido a partido" lo ha encumbrado hasta lo más alto de la Liga. Un triunfo que puede verse redoblado el próximo 24 de mayo si se impone al Real Madrid en la final de la Liga de Campeones que se disputa en Lisboa, Portugal.


"Cuchillo entre los dientes"


Nacido en Argentina y con 44 años recién cumplidos, Simeone es bien conocido en España. Llegó a la Liga en 1992 para jugar en las filas del Sevilla CF.

Pronto se hizo un hueco importante en el centro del campo, donde decía que había que jugar con un "cuchillo entre los dientes".

El 'Cholo’ jugó dos temporadas en el equipo andaluz a las órdenes de Carlos Salvador Bilardo y coincidió brevemente con Diego Armando Maradona.

El Atlético de Madrid lo fichó en 1994 por tres temporadas. En el conjunto madrileño, con el dorsal 14, Simeone se convirtió en uno de los capitanes y se granjeó la admiración de los seguidores. Su mejor temporada fue la 1995-96, en la que el equipo consiguió el famoso doblete: la Copa del Rey y la Liga.

Un año después, el argentino voló a Italia, donde jugó en el Inter de Milán y el Lazio, Regresó por dos temporadas más al Atlético de Madrid en 2003 y finalmente en 2005 se marchó a Argentina para jugar en el Racing Club, equipo con el que se retiró del fútbol profesional en 2006.

Aficionados en un bar
A menudo se reconoce la capacidad de la afición del Atlético para "sufrir" por las adversidades del equipo.

Después de varias aventuras como director técnico, Simeone regresó a su hogar madrileño en diciembre de 2011.

Reflotar al equipo


En el momento de su presentación en Madrid, Simeone se mostró preparado para enfrentar el reto de reflotar a un equipo que estaba desmadejado después de años de altibajos ligueros –incluido un paso de dos temporadas por la 2ª división-, problemas financieros y con una afición entusiasta pero cansada de ver cómo las estrellas que triunfaban en el equipo terminaban marchando a un club más poderoso. Tal fue el caso de Fernando Torres, el Kun Agüero o Diego Forlán.

Pero Simeone tomó el testigo con su habitual energía.

"Sé la exigencia que tiene el Atlético. No me asusta. Me entusiasma como todas las situaciones que generan desafíos. Nos gusta un equipo agresivo, fuerte, aguerrido, contragolpeador. Lo que nos llevó a los atléticos a identificarnos con esta gloriosa camiseta", dijo ese día de diciembre.

Desde entonces, en menos de tres años, ha conseguido 4 títulos para el equipo: la Liga Europa y la Supercopa de Europa en 2012, la Copa del Rey en 2013 y la Liga de este año.

Y, más importante, ha recuperado la confianza, la determinación y el optimismo en un equipo que sigue diciendo adiós a sus estrellas –el colombiano Radamel Falcao se fue al Mónaco francés al final de la temporada 2012-2013- pero que siempre encuentra una figura con la que volver a ilusionarse, como ha sido el caso este año del hispanobrasileño Diego Costa o el guardameta belga Courtois.

Sin amedrentarse ante los altos presupuestos de Real Madrid y Barcelona, que además ingresan mucho más dinero por derechos televisivos, el Atlético de Madrid ha recuperado, de la mano del argentino Simeone, el puesto que le corresponde.

Diego Pablo Simeone
Los seguidores del Atlético ven en Simeone una figura que infunde seguridad y confianza.



Unidad, esfuerzo y humildad


Los ingredientes del éxito de Simeone son la unidad del grupo, el esfuerzo, la humildad, el convencimiento de que el objetivo está al alcance de la mano y la lealtad a un club

"Simeone transmite mucha fuerza, mucha energía, mucha ilusión. Todo lo que dice, todo, tiene sentido, y luego, aparte, él siempre nos recuerda que tenemos que ser conscientes de dónde estamos y que es bueno que tengamos esas ganas y esa forma de pertenecer al Atlético de Madrid, de sentirnos partícipes de la historia del club.

"Ese símbolo de pertenencia con el Atlético de Madrid siempre nos los transmite. Y creo que eso es positivo, porque hace que salgas al campo que, aparte de hacer tu trabajo y lo que más te gusta, hay muchas personas que pueden estar tristes o ser felices dependiendo de ti", expone el jugador del Atlético de Madrid Juanfran en el libro "Historias del Atlético de Madrid. Los Secretos del Calderón".

La afición rojiblanca salió este sábado a festejar el título de Liga a la madrileña plaza de Neptuno. Simeone no estuvo allí. Lo más probable es que, sin tiempo de celebrar, esté preparando ya la estrategia para la otra gran final, la del sábado 24 de mayo.

De seguro que, si se impone en Lisboa frente al eterno rival, su figura volará aún más alto.

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