Los trastornos de ansiedad son un mal que afecta a toda la población, para algunos psicólogos y psiquiatras, inclusive, es la epidemia silenciosa del siglo XXI. Los jóvenes son un grupo de la población vulnerable debido a la cantidad de cambios que experimentan durante esta etapa. Un estudio realizado por Robert L.
Leahy, director del Instituto Americano para Terapias Cognitivas, demuestra que el nivel de ansiedad presentado por un grupo de estudiantes de secundaría es igual a los niveles que presentaban los pacientes de un psiquiátrico en los años 50, además desde ese año ha ido en aumento.
Una investigación de la universidad de Illinois apoya estos resultados y revela que en el 2000, el 7% de los alumnos de las secundarias de Estados Unidos, presentaban trastornos de ansiedad. Pero, ¿A qué se debe esta sensación?
El estrés de los exámenes, la necesidad de ser aceptados por un grupo y los problemas y exigencias familiares son algunos de las situaciones a las que se enfrentan todos los adolescentes en su día a día. Evelyn Baño, estudiante de último año de secundaria, afirma que lo que más le generaba estrés en el colegio fueron las pruebas finales y la entrega de la monografía. Al igual que sus compañeros trataba de distraerse los fines de semana con otras actividades.
Para Diego Córdova, psicólogo y consejero educativo, estos son reflejos de un cambio de la sociedad que actualmente demanda de los jóvenes, varias metas por cumplir. Qué carrera seguir, a qué universidad asistir y los títulos necesarios para asegurar un futuro prometedor son cuestionamientos instaurados en la mente de los jóvenes desde temprana edad.
Según el estudio ‘Health for the world’s adolescents’ realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el 2014, la depresión y trastornos mentales son las principales causas de enfermedad entre los adolescentes de 10 a 19 años, de ambos sexos. Según la investigación, a los 14 años se empiezan a mostrar los primeros síntomas. Las crisis familiares, rompimientos de pareja y problemas en el hogar son otros factores desencadenantes de ansiedad, según el psicólogo.
Muchas veces deciden desfogarse en el alcohol y las drogas ya que sienten que es un escape, pero estos solamente empeorarán la situación. La tecnología juega otro papel importante ya que acuden a los videojuegos y al uso de la computadora como una forma de distraerse, el problema es que su uso excesivo genera más carga de ansiedad.
El psicólogo recomienda no saturar a sus hijos con actividades y ocupaciones solamente académicas ya que los espacios de recreación para liberar tensiones son necesarios.
Los deportes y las actividades extracurriculares también permiten bajar estos niveles. Según datos de la OMS, menos de uno de cada cuatro adolescentes, realiza por lo menos una hora diaria de ejercicios, que es lo recomendado por la organización. Algunos de los cambios puntuales que se experimentan en los inicios de los trastornos de ansiedad son los siguientes:
- Comerse las uñas
- Extraerse el cabello
- Cambios en los hábitos alimenticios
- Disminución en las horas de dormir. Se recomienda que el horario de dormir sea máximo a las 11pm. - Alteraciones en el peso corporal
- Cambios de humor repentinos
- Ejercicio en exceso
- Disminución repentina en las calificaciones
- Frecuente consumo de alcohol
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