Una decena de expertos de Estados Unidos, Brasil, Canadá y Suiza
recorrió este lunes áreas de la Amazonía contaminadas por la explotación
petrolera de la empresa estadounidense Texaco, fusionada desde 2001 con
la Chevron.
Los visitantes se adentraron en esta reserva de la biosfera y
llegaron hasta el pozo 4 del campo Aguarico, de la zona Shushufindi, en
la provincia de Sucumbíos, y al pozo 6 del campo Yuca, en la zona del
Auca, provincia de Orellana, donde existen importantes afectaciones
medioambientales derivadas de la prospección de crudo.
Paola Carrera, subsecretaria de calidad del Ministerio del Ambiente,
expuso a los invitados los esfuerzos de Ecuador para lograr la
remediación de la naturaleza y los proyectos en marcha con ese
propósito.
Los expertos participarán este martes en un foro denominado "Logrando
el equilibrio en la Amazonía", sobre desarrollo económico, los derechos
humanos y la justicia ambiental, pasado presente y futuro.
La agenda incluye visitas a las comunidades de Playas de Cuyabeno y
Pañacocha, donde el gobierno ecuatoriano, liderado por Rafael Correa,
construyó las llamadas Ciudades del Milenio, en armonía con la
naturaleza.
Esta delegación se suma a la lista de personalidades que llegaron a
Ecuador tras la campaña iniciada desde este país denominada "La mano
sucia de Chevron".
Esta es una estrategia del gobierno de Correa de denuncia de las
acciones de esa empresa estadounidense en su pretensión de intentar
desprestigiar la lucha de los damnificados ecuatorianos por los daños
derivados de la mala explotación petrolera.
Francisco Aguayo, a cargo de las brigadas de limpieza y remediación
ambiental de la empresa Petroamazonas, en el Distrito Amazónico,
confirmó a Andes que de los 2.500 focos contaminantes registrados, ya
fueron eliminados 713.
Agregó que luego de los trabajos medioambientales, los suelos son entregados bajo las normativas exigidas por el Estado.
Aguayo, quien trabaja en estas labores desde hace siete años,
advirtió que los pozos a cielo abierto contaminan el agua y los suelos,
mientras los taponados solo el agua y describió el testimonio de
lugareños que han vivido cerca de 35 a 37 años viendo y padeciendo las
fuentes contaminantes.
La Texaco, ahora Chevron, abrió 221 pozos y utilizó unas mil piscinas
alrededor de estos, sin embargo, no cumplió su compromiso de limpiar la
extensa zona afectada.
Según fuentes oficiales, los daños alcanzaron los dos millones de
hectáreas en una de las zonas más megadiversas del mundo: la Amazonía.
La Chevron deberá pagar 9.500 millones de dólares a las víctimas de
este desastre ambiental, pero la empresa estadounidense se resiste tras
constantes dilaciones para evitar ese pago millonario.
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