- Qué buena memoria que tenés.
- Imposible olvidarme de esa fecha. ¿Sabés por qué? Porque fue trascendental en mi vida, y porque unos días antes de mi debut había muerto el General Perón (1° de julio). Nosotros no queríamos jugar pero la FIFA amenazó a la AFA. Si no jugábamos, no nos dejaban organizar el Mundial 1978.
- ¿Por qué atajaste vos, que eras el tercer arquero?
- No sé el motivo por el que Cap, el técnico, dejó afuera a Carnevali, que era el titular, y dejó de lado a Santoro, el suplente, para darme la oportunidad. Cap me consideraba un arquero con proyección y me llevó para juntar experiencia. Y yo aproveché la oportunidad.
- ¿Te sorprendió?
- La verdad que no lo esperaba, fue algo inesperado. La noche anterior al partido estaba en la habitación con Perfumo y, de pronto, entró Cap. "Pibe, mañana juega usted", me avisó. Y se fue.
- ¿Estabas preparado para el debut?
- Sí, tenía 23 años y ya había integrado el plantel de la Selección Fantasma en 1973. El debut fue el puntapié de mi carrera con la celeste y blanca.
- ¿Qué recordás del partido?
- Fue un partido raro. No teníamos chances y, aunque no me pelotearon, creo que cumplí.
- Pasaron 40 años de tu debut. Si tuvieras que elegir una atajada con la Selección, ¿con cuál te quedarías?
- Por trascendencia la que tuve con el holandés Rep, en la final de 1978. Pero hubo varias más en ese Mundial. Contra Brasil tapé tres mano a mano, y contra Polonia le saqué un tiro libre del ángulo a Lato...
- El penal a Polonia, también.
- Ese penal a Deyna me marcó mucho. Cuando me quedé con la pelota sentí un estallido impresionante en el estadio. Nunca me voy a olvidar de esa ovación.
- ¿Tu mejor partido fue contra Holanda en la cancha de River?
- Sí, sin dudas. Por la trascendencia, por lo que significó. Atajé para diez puntos, aunque queda mal que lo diga (ríe).
- Atajaste en tres Mundiales (1974, 1978 y 1982), ¿con qué equipo te sentiste más identificado?
- Con el que ganó la Copa en nuestro país. Por lejos. Esa Selección marcó un antes y un después del fútbol argentino, e interpretó la idea que pregonaba Menotti.
- Por tus palabras interpreto que Menotti fue tu entrenador predilecto.
- El Flaco es el Dios de los técnicos. Me llamó a último momento para jugar el Mundial 1978, y fue lo más lindo de la vida.
- ¿La actuación de Argentina en España 1982 fue tu amargura más grande?
- No, ese equipo murió de pie, nunca renunció al legado futbolístico de Menotti. ¿Sabés qué fue lo más amargo? Irme de la Selección de la manera que me fui. Atajé contra Perú en las Eliminatorias de 1985 y nunca más volví. Jamás imaginé que ese iba a ser mi último partido. Con el tiempo esperé que alguien me dijera que no iba a ser tenido en cuenta para México, pero fue en vano.
- De todos modos, son más las buenas que las malas en tus 54 partidos oficiales con la Selección.
- Sí, por supuesto. Mi mejor amiga fue la camiseta argentina.
Fillol y los arqueros del Mundial de Brasil
La Copa del Mundo de Brasil es la de los goles: se marcaron 154 en 54 partidos (promedio de 2,75). Sin embargo, para el Pato Fillol, es el Mundial de los arqueros. "El primero que miré fue el de Inglaterra 1966, y me anioó a decir que es en el que mayor y mejor participación tuvieron los arqueros".
"Es difícil elegir al mejor. Hay muchos y buenos. Algunos, lamentablemente, ya se fueron: Ochoa (México), Bravo (Chile) y Enyeama (Nigeria). Pero quiero destacar el trabajo de Sergio Romero, que llegó a Brasil con cierta inactividad y respondió muy bien. Tiene condiciones, lo conozco. Y quiero que sea el mejor".
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