Tras el domingo negro que provocó un centenar de muertos, Israel
continuó ayer con los bombardeos en el marco de la operación ‘Margen
Protector’ que ya provocó la muerte de 540 palestinos y, por la
respuesta de Hamás, de 15 israelíes.
En tanto, se profundizan los esfuerzos internacionales para que cesen las hostilidades.
Al menos 11 palestinos -entre ellos tres niños y una mujer- murieron
en la madrugada en el bombardeo de una vivienda en la localidad de
Rafah, ubicada en el sur del enclave, en la frontera con Egipto, informó
la agencia de noticias palestina Maan, que agrega que aún se buscan
sobrevivientes entre los escombros.
Otras 16 personas fallecieron en un ataque contra una vivienda en Jan
Yunis, desde donde los servicios de rescate consiguieron por ahora
recuperar 13 de los cadáveres, agregó la agencia palestina.
La ofensiva contra el enclave palestino a orillas del Mediterráneo,
que desde que inició la fase terrestre -el jueves pasado en la noche-
sumaba 200 muertos, es la más mortífera contra la franja desde 2008.
A la cifra de 540 fallecidos hay que añadir más de 3.200 heridos, lo
que provocó que los hospitales gazatíes colapsaran por la escasa
cantidad de medicinas, médicos y camas.
En tanto, la por ahora insuficiente presión internacional para que
cesen las hostilidades se acentuó en las últimas horas cuando el Consejo
de Seguridad de la ONU y el presidente de Estados Unidos Barack Obama,
mostraron su “preocupación por el alto número de víctimas”.
Obama llamó por teléfono al primer ministro israelí, Benjamín
Netanyahu, para abordar la necesidad de un “alto el fuego inmediato”,
igual que el primer ministro británico, David Cameron, quien -además-
mostró preocupación por las víctimas, según un portavoz de Downing
Street.
El Consejo de Seguridad hizo esta madrugada un llamado al “inmediato
cese de hostilidades” en Gaza y expresó su “seria preocupación” por la
escalada de la violencia en la franja, según indicó el presidente de
turno del Consejo de Seguridad, el ruandés Eugene Gasana, después de una
reunión de aproximadamente dos horas para analizar la situación.
“Los miembros del Consejo de Seguridad expresan su seria preocupación
por la escalada de la violencia relacionada con Gaza”, dijo Gasana,
quien señaló que el organismo hace -además- un llamamiento para “el
respeto de las leyes humanitarias internacionales, incluyendo la
protección de los civiles”.
El secretario general del organismo, Ban Ki-moon, por su parte,
analizó ayer con el emir de Kuwait, Sabah al Ahmed al Sabah, el
conflicto en el marco de su gira por la región.
Ban y Al Sabah -que oficia de presidente pro témpore (anual) de la
Liga Árabe y del Consejo de Cooperación del Golfo (CGG)- estudiaron los
actuales esfuerzos internacionales para lograr un alto al fuego, según
la ONU y la agencia oficial kuwaití Kuna.
En tanto, Irán, a través de su ministro de Salud, Hasan Qazizadeh,
ofreció ayer los hospitales de su país para tratar a las víctimas de la
ofensiva israelí.
El Gobierno iraní denunció también la inacción de la comunidad
internacional frente a la “masacre de inocentes” y las “violaciones de
derechos humanos” en Gaza e instó a los organismos internacionales a
hacer que Israel acabe con sus ataques y permita la entrada de ayuda
para los heridos.
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