miércoles, 2 de octubre de 2013

LA CRISIS DE QATAR UN PROBLEMA GRAVE PARA LA FIFA




En el cuartel general de la FIFA, en Zúrich, los altos funcionarios del fútbol internacional deliberan acerca del Mundial de Qatar 2022. Su principal preocupación es el problema de las fechas, pero el controvertido torneo ofrece muchos más quebraderos de cabeza para Joseph Blatter y compañía.
El suizo ya ofició varias veces de 'mánager' de crisis dentro de la FIFA. Su arriesgado proyecto del Mundial de Sudáfrica 2010 terminó sin problemas y las protestas en Brasil durante la Copa Confederaciones 2013 dejan un escenario por adivinar para el Mundial 2014.
Sin embargo, nada parece tan complicado como buscar una solución al conflicto de Qatar, centro de atención entre mañana y el viernes durante el comité ejecutivo del ente rector del fútbol mundial.
Según el orden del día, se debatirá acerca de las fechas, es decir, si se disputará en verano (boreal) o en invierno. Sin embargo, los problemas son mucho más complejos y llegan hasta la pregunta de cuánto tiempo más seguirá Blatter en el cargo.

La sospecha

Cuando Blatter sacó el 2 de diciembre de 2010 un papel con el nombre de la Qatar, uno de los países más ricos y emergentes del mundo, el jefe de la FIFA no fue el único que quedó sorprendido. Hasta 14 de los 22 miembros del ejecutivo votaron a favor del estado del golfo pérsico, a pesar de que fue el que peor puntuación recibió en los análisis previos. Pronto se comenzó a especular sobre el soborno y el fraude.
Nueve de las 22 personas que votaron ya dejaron su cargo y pocos salieron voluntariamente y sin ser acusados de corrupción. Sin embargo, hasta ahora no hay pruebas sobre algún tipo de soborno. Las investigaciones de la FIFA, lideradas por Michael Garcia, aún continúan y su informe se esperaba para septiembre.

Las fechas

El ex futbolista alemán Franz Beckenbauer fue el primero en advertir públicamente del peligro de jugar en el verano qatarí. Michel Platini, presidente de la UEFA, se unió poco después. Blatter, en cambio, necesitó tres años para decantarse por un cambio del certamen al invierno. "Un verano muy caluroso, con sol y clima seco" o "necesidad de precauciones" fueron dos frases incluidas en el informe de evaluación de Qatar antes de la votación de diciembre de 2010.
Esas indicaciones fueron ignoradas por la mayoría de los votantes y el problema deberá ser solucionado tres años después. Organizar el Mundial en verano implica muchos problemas por las altas temperaturas, por mucho que el comité local asegure que construirá estadios con refrigeración. Mover el Mundial al invierno, ya sea en noviembre/diciembre o en enero, sería una decisión muy controvertida en Europa.
Platini quiere que se juegue en enero, pero Blatter opta por noviembre/diciembre para evitar un conflicto con el Comité Olímpico Internacional, que celebrará en febrero de 2022 unos Juegos de Invierno.
Reino Unido es el lugar donde más controversia causaría cambiar las fechas al invierno. Los aficionados perderían además su tradicional 'Boxing Day' (26 de diciembre). "Yo les diría a los ingleses: 'Hemos respetado su calendario durante 150 años. Por un mes en 150 años podrían cambiarlo'", dijo Platini. Sin embargo, no todo es tan fácil.

Los derechos humanos

El informe publicado la última semana por el diario 'The Guardian' no sólo conmocionó al mundo del fútbol. Según el estudio, 44 trabajadores de origen nepalí murieron durante las obras de construcción de los estadios. Y las causas no fueron accidentes, sino las pobres condiciones de trabajo bajo un calor extremo. No tardó en surgir una pregunta: ¿Debería un país que no respeta los derechos humanos ser sede de un Mundial de fútbol? Sindicatos internacionales y organizaciones de defensa de los derechos humanos protestaron de forma vehemente.

La batalla por la presidencia

La mejor manera de solventar una crisis es que todos los protagonistas remen en la misma dirección. La FIFA, sin embargo, está muy lejos de esa unión. Cada vez que sale un tema a debate se vislumbra al fondo la batalla que mantienen Blatter y Platini por la presidencia de la FIFA. El suizo y el francés no ven las cosas de la misma manera y parecen dirigirse a una confrontación inevitable en las elecciones presidenciales de 2015 en Zúrich.
Blatter deberá decidir poco antes de Mundial 2014 si se presenta otra vez a las elecciones y Platini lo tendrá que hacer público poco después. El status quo está dando lugar ya a situaciones extrañas.
Recientemente, Blatter sugirió que hubo injerencias políticas en la elección de Qatar, echando gasolina a la casa de Platini. El presidente de la UEFA se reunió poco antes de la votación de 2010 con el entonces presidente del gobierno francés, Nicolas Sarkozy, en el Palacio del Elíseo. En la mesa también estaba sentado el jeque Hamad Al Thani, emir de Qatar, según la revista 'France Football'.

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