Veintiséis años y medio sentado en el mismo banco y trabajando en el mismo campo de entrenamiento le permitieron conocer a centenares de futbolistas de los más diversos rincones del planeta. Cerrado su inolvidable ciclo como conductor del Manchester United, Alex Ferguson se deshizo en elogios para los jugadores brasileños y sostuvo que son más fáciles de tratar que los argentinos.
"Siempre respeté a los brasileños. Díganme uno que no se destaque en los grandes momentos. Tienen una cualidad especial, un profundo orgullo, una gran fe", afirma el entrenador en Alex Ferguson. My autobiography, el libro en el que recostruye su vida y que sale a la venta hoy.
"Hay un mito acerca de los brasileños, que entrenan sólo como pausa en una vida de placeres. No es cierto, entrenan a conciencia", destaca Ferguson, de 71 años, en las páginas de su autobiografía, en la que también defiende el carácter de los futbolistas del país pentacampeón del mundo: "Nacieron para los grandes momentos".
Lejos de semejante lluvia de flores, mucho menos elogiosas fueron las palabras dedicadas a los argentinos por el veterano técnico, que dejó su cargo en el club inglés tras obtener el título de la última Premier League, en mayo de este año. "Debo confesar que se me hizo muy difícil trabajar con jugadores argentinos, había mucho patriotismo hacia Argentina, siempre tenían la bandera cerca de ellos. No tenía problemas con eso, pero a los que entrené no les interesó especialmente hablar inglés. (Juan Sebastián) Verón apenas me decía 'Mister'", explica.
"No hablaba con nadie. Estaba solo en el vestuario. No hablaba ninguna lengua. No era un antisocial, simplemente no era un comunicador", dice sobre el exjugador del seleccionado argentino. Y recuerda que en dos ocasiones tuvo fuertes peleas con compañeros, una de ellas con Gabriel Heinze: “Tuvo un enojo con Roy Keane después de un partido europeo. Aquello se puso feo. Otra con Gabriel Heinze en Portsmouth. Heinze estaba dispuesto a pelearse”. De todas maneras, considera que la Brujita “no fue una mala influencia" para el plantel.
De todas maneras, no todos son cuestionamientos para el mediocampista de Estudiantes. Ferguson lo describe como "un espléndido futbolista con una gran fortaleza" y reconoce su responsabilidad en la imposibilidad de que alcanzara un mejor rendimiento en Manchester: "Aunque hizo aportes espectaculares, sencillamente no pudo jugar en nuestros equipos. Jugó en todas las posiciones. Podría haberlo entrenado por cien años sin saber dónde ponerlo".
Además de Verón, durante su casi tres décadas en los Diablos Rojos Sir Alex también entrenó a Gabriel Heinze (2004-2007) y a Carlos Tevez (2007-2009), con quien tuvo una conflictiva relación que terminó detonando la partida del ex Boca al Manchester City.
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