Playboy festeja su 60 aniversario en diciembre próximo, desde su tan recordado primer número de 1953, con su desplegable central donde sobre un fondo de terciopelo rojo Marilyn Monroe hizo las delicias de muchos, han pasado varias bellezas.
La información sobre quien sería la estrella de esta edición aniversario se tenía muy bien guardada. Pero ya fue confirmada, quien se pondrá las orejas de conejita para la tapa de la revista será Kate Moss, la modelo británica que en enero próximo cumplirá 40 años, protagonizará también un desnudo frontal completo en las páginas interiores.
Hugh Hefner creador de la publicación expresó sobre la elección de la modelo, “Es famosa en todo el mundo, icónica, y supera las fronteras entre la imaginería sexual y la moda del más alto nivel”. La elección cuadra con el nuevo perfil que se le quiere dar a la revista, los editores aspiran a evitar la artificialidad obvia en los cuerpos femeninos.
“El imperio económico Playboy, que llegó a facturar $1 051 millones anuales a finales del siglo XX, ya no es lo que era -escribía El País en 2010, cuando los rumores sobre su venta eran más fuertes-. La revista que marcó a varias generaciones desnudando a mujeres en sus páginas y mezclando sus curvas con entrevistas inteligentes a personajes como Jimmy Carter o Martin Luther King (...) no puede contra el enemigo común de las publicaciones en papel: la web. La publicidad ha emigrado hacia ese otro universo paralelo, donde un océano de publicaciones gratuitas online le hacen la competencia a Hefner ofreciendo contenidos que van del erotismo clásico de Playboy a los gustos pornográficos más extremos (...)”. Ese año su facturación había caído en picada a los $104 millones anuales.
La crisis comenzó en 2006 cuando Playboy Enterprises, la empresa bajo la que se agrupa la revista, comenzó a registrar pérdidas anuales. Y en menos de diez años, entre 2000 y 2009 su tirada registró una caída de 2,5 millones de ejemplares al mes en los kioscos a 1,5 millones de ejemplares. Fue el año en que dejó la administración de la revista Christie Hefner, la hija del profeta del hedonismo, que engulle viagras como si fueran aspirinas.
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