Gastos descontrolados tienen al fútbol de Ecuador en crisis
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con los reservas porque los titulares se niegan a jugar ante el no pago de sus
salarios, futbolistas que se marean en la prácticas porque no comen por falta de
pago, demandas por sueldos o premios impagos ante la Asociación de Futbolistas
del Ecuador (AFE), la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) e incluso ante la
FIFA. Clausuras y llamados de pagos urgentes por las deudas con el Instituto
Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y el Servicio de Rentas Internas
(SRI).
Son realidades de este año de equipos que compiten en el campeonato nacional de fútbol. Jorge Guzmán Mancilla, gerente de la AFE, dice que hasta ahora 250 jugadores de clubes de las series A y B han presentado sus demandas o requerimientos (quejas) contra clubes en los que actúan por deudas; el año pasado fueron 100 casos.
Mientras que Manuel Picón Carrillo indica que a la Cámara de Mediación de la FEF –que él dirige– han llegado 285 demandas. No precisa si son las mismas que están en la AFE. Lo desconoce. Pero no solo son de deportistas (de primera y segunda categoría) reclamando sus salarios o premios a las entidades. El 20% son de las instituciones exigiendo a los jugadores el cumplimiento de contratos o pago de derechos de formación.
Este año una de las crisis económicas más agudas la ha experimentado el Deportivo Quito. Su técnico, Rubén Darío Insúa, asegura que no ha recibido ni un solo mes de sueldo en el 2013. Y recuerda que a inicios de este año los dirigentes le señalaron que el club percibiría entre $ 3,8 y $ 4 millones. Pero la crisis sigue. Incluso, en septiembre pasado, despidieron a 10 jugadores que reclamaban el pago de sueldos. Solo los reincorporaron tras un ‘acuerdo de buena voluntad’. Se comprometieron a pagarles.
Pero Luis Checa, uno de los ‘despedidos’, asegura que aún le adeudan dinero del 2012. Él cree que si bien los futbolistas con trayectoria han podido sobrellevar la crisis por inversiones y ahorros, los que se inician están pagando las consecuencias de lo que califica como “malas administraciones”, que han actuado de forma “irresponsable” al no tener presupuestos cubiertos.
Hasta junio del 2013, informes internos del Deportivo Quito y El Nacional indican que tenían un déficit de unos $ 4,5 millones y $ 4 millones, respectivamente. Los exorbitantes montos manejados por la directiva azulgrana para la obtención del título 2008 –cuando logró otro campeonato después de 40 años– le significó a la institución el inicio de un endeudamiento progresivo, que se profundizó con un segundo título el 2009 y un tercero el 2011.
Marwin Pita, capitán de El Nacional, a quien le deben seis meses de sueldo, considera que para lograr buenos resultados el dirigente ofrece más de lo que puede dar. Esta actitud de gastar más de las capacidades financieras reales de los clubes es definida por Fernando Carrión, catedrático de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), como “populismo financiero”, anclado en dirigentes poco preparados que son hinchas.
Ferdinand Hidalgo, miembro honorario de la FIFA que dirigiera la Ecuafútbol, Emelec y otras entidades deportivas del país, no critica que el dirigente de fútbol sea hincha, pero sí censura que sea “resultadista” y apunte a títulos a costa del bienestar económico del club, sin tener cubierto su presupuesto anual.
Durante una conferencia sobre la crisis del fútbol realizada recientemente en la Flacso, Carlos Marx Carrasco, director del SRI, alertó de los “desmesurados” niveles de endeudamiento en clubes que participan en la primera A. Según sus datos, en el 2007 los activos de los equipos sobrepasaban $ 60 millones y los pasivos representaban $ 15,9 millones. Para el 2012, los activos fueron de $ 48 millones y los pasivos sumaban $ 28 millones.
Y hasta mayo pasado, nueve clubes que intervienen en la Serie A debían $ 5’073.442,11 al SRI por concepto de las retenciones en la fuente, Impuesto al Valor Agregado (IVA) mensual, multas por faltas reglamentarias y las aplicadas por contravenciones, según información proporcionada entonces por su director.
Rodrigo Paz, presidente honorario de Liga de Quito, admite que los dirigentes tienen parte de la culpa en la crisis por “sobredimensionarse” en el aspecto económico. Pero, también hace responsable a la FEF, que éste año, maneja los derechos de televisión de la transmisión de los partidos. También dice que los empresarios sobrevaloran a los deportistas y que la hinchada se ha ausentado de los estadios.
Julio León Coronel, presidente de la Comisión de Fútbol del Deportivo Cuenca, coincide con Paz. “La ambición de lograr un campeonato o una participación internacional hizo que los valores que se pagan a los jugadores sean muy elevados y nos ha llevado a una realidad económica que no es cierta”, expresa.
Luis Soler, hoy técnico de Barcelona, experimentó un tiempo de crisis en el equipo azuayo e incluso para cobrar dinero pendiente debió demandarlo en la Ecuafútbol. Ahora, al frente del club campeón del 2012, se ha transformado en el mediador entre dirigentes y futbolistas, que tienen varios meses de salarios impagos.
“Estamos en una mediación, pero reconozco que el que debe nunca tiene la razón. Lo hago para que no explote la cosa, para que consensuen, den plazo. Estas son cosas que llevan muchos años (en Barcelona). A veces no cumplen con los (jugadores) actuales por pagar a los viejos (por demandas), pero se trata de que las cosas vayan adelante”, dice.
Barcelona es uno de los clubes que tiene casos en la AFE, indica Jorge Guzmán, y asegura que este año las demandas y requerimientos de pago casi se han triplicado. “Se han presentado 200 demandas por deudas salariales a los futbolistas. El año pasado fueron 100. Y todavía falta el grueso de este año. Además, hay unos 50 requerimientos, que sirve para que el jugador se queje en el tribunal y en quince días el presidente disponga el pago inmediato”, dice, y a la vez critica que la Cámara de Mediación de la FEF no agilite el pago; y agrega que al momento los clubes de la A estarían debiendo algo más de $ 10 millones por salarios.
No obstante, Manuel Picón indica que la cámara está resolviendo todas las demandas en el tiempo que le permite la ley; y, además, indica que el 99,99% de casos termina a favor de los futbolistas. También sugirió que los deportistas deben renovar su ley a la que califica de “obsoleta”.
Un análisis del SRI a las declaraciones de ingresos y gastos de los ejercicios 2007 al 2012, de los 12 clubes que en el 2013 militan en el campeonato de la Serie A, revela que los gastos que realizan son mayores que los ingresos. Y, además, en siete de cada diez clubes se reportan pérdidas, que en el consolidado de seis años estudiados deja un saldo en contra de $ 24,3 millones para el fútbol profesional.
Son realidades de este año de equipos que compiten en el campeonato nacional de fútbol. Jorge Guzmán Mancilla, gerente de la AFE, dice que hasta ahora 250 jugadores de clubes de las series A y B han presentado sus demandas o requerimientos (quejas) contra clubes en los que actúan por deudas; el año pasado fueron 100 casos.
Mientras que Manuel Picón Carrillo indica que a la Cámara de Mediación de la FEF –que él dirige– han llegado 285 demandas. No precisa si son las mismas que están en la AFE. Lo desconoce. Pero no solo son de deportistas (de primera y segunda categoría) reclamando sus salarios o premios a las entidades. El 20% son de las instituciones exigiendo a los jugadores el cumplimiento de contratos o pago de derechos de formación.
Este año una de las crisis económicas más agudas la ha experimentado el Deportivo Quito. Su técnico, Rubén Darío Insúa, asegura que no ha recibido ni un solo mes de sueldo en el 2013. Y recuerda que a inicios de este año los dirigentes le señalaron que el club percibiría entre $ 3,8 y $ 4 millones. Pero la crisis sigue. Incluso, en septiembre pasado, despidieron a 10 jugadores que reclamaban el pago de sueldos. Solo los reincorporaron tras un ‘acuerdo de buena voluntad’. Se comprometieron a pagarles.
Pero Luis Checa, uno de los ‘despedidos’, asegura que aún le adeudan dinero del 2012. Él cree que si bien los futbolistas con trayectoria han podido sobrellevar la crisis por inversiones y ahorros, los que se inician están pagando las consecuencias de lo que califica como “malas administraciones”, que han actuado de forma “irresponsable” al no tener presupuestos cubiertos.
Hasta junio del 2013, informes internos del Deportivo Quito y El Nacional indican que tenían un déficit de unos $ 4,5 millones y $ 4 millones, respectivamente. Los exorbitantes montos manejados por la directiva azulgrana para la obtención del título 2008 –cuando logró otro campeonato después de 40 años– le significó a la institución el inicio de un endeudamiento progresivo, que se profundizó con un segundo título el 2009 y un tercero el 2011.
Marwin Pita, capitán de El Nacional, a quien le deben seis meses de sueldo, considera que para lograr buenos resultados el dirigente ofrece más de lo que puede dar. Esta actitud de gastar más de las capacidades financieras reales de los clubes es definida por Fernando Carrión, catedrático de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), como “populismo financiero”, anclado en dirigentes poco preparados que son hinchas.
Ferdinand Hidalgo, miembro honorario de la FIFA que dirigiera la Ecuafútbol, Emelec y otras entidades deportivas del país, no critica que el dirigente de fútbol sea hincha, pero sí censura que sea “resultadista” y apunte a títulos a costa del bienestar económico del club, sin tener cubierto su presupuesto anual.
Durante una conferencia sobre la crisis del fútbol realizada recientemente en la Flacso, Carlos Marx Carrasco, director del SRI, alertó de los “desmesurados” niveles de endeudamiento en clubes que participan en la primera A. Según sus datos, en el 2007 los activos de los equipos sobrepasaban $ 60 millones y los pasivos representaban $ 15,9 millones. Para el 2012, los activos fueron de $ 48 millones y los pasivos sumaban $ 28 millones.
Y hasta mayo pasado, nueve clubes que intervienen en la Serie A debían $ 5’073.442,11 al SRI por concepto de las retenciones en la fuente, Impuesto al Valor Agregado (IVA) mensual, multas por faltas reglamentarias y las aplicadas por contravenciones, según información proporcionada entonces por su director.
Rodrigo Paz, presidente honorario de Liga de Quito, admite que los dirigentes tienen parte de la culpa en la crisis por “sobredimensionarse” en el aspecto económico. Pero, también hace responsable a la FEF, que éste año, maneja los derechos de televisión de la transmisión de los partidos. También dice que los empresarios sobrevaloran a los deportistas y que la hinchada se ha ausentado de los estadios.
Julio León Coronel, presidente de la Comisión de Fútbol del Deportivo Cuenca, coincide con Paz. “La ambición de lograr un campeonato o una participación internacional hizo que los valores que se pagan a los jugadores sean muy elevados y nos ha llevado a una realidad económica que no es cierta”, expresa.
Luis Soler, hoy técnico de Barcelona, experimentó un tiempo de crisis en el equipo azuayo e incluso para cobrar dinero pendiente debió demandarlo en la Ecuafútbol. Ahora, al frente del club campeón del 2012, se ha transformado en el mediador entre dirigentes y futbolistas, que tienen varios meses de salarios impagos.
“Estamos en una mediación, pero reconozco que el que debe nunca tiene la razón. Lo hago para que no explote la cosa, para que consensuen, den plazo. Estas son cosas que llevan muchos años (en Barcelona). A veces no cumplen con los (jugadores) actuales por pagar a los viejos (por demandas), pero se trata de que las cosas vayan adelante”, dice.
Barcelona es uno de los clubes que tiene casos en la AFE, indica Jorge Guzmán, y asegura que este año las demandas y requerimientos de pago casi se han triplicado. “Se han presentado 200 demandas por deudas salariales a los futbolistas. El año pasado fueron 100. Y todavía falta el grueso de este año. Además, hay unos 50 requerimientos, que sirve para que el jugador se queje en el tribunal y en quince días el presidente disponga el pago inmediato”, dice, y a la vez critica que la Cámara de Mediación de la FEF no agilite el pago; y agrega que al momento los clubes de la A estarían debiendo algo más de $ 10 millones por salarios.
No obstante, Manuel Picón indica que la cámara está resolviendo todas las demandas en el tiempo que le permite la ley; y, además, indica que el 99,99% de casos termina a favor de los futbolistas. También sugirió que los deportistas deben renovar su ley a la que califica de “obsoleta”.
Un análisis del SRI a las declaraciones de ingresos y gastos de los ejercicios 2007 al 2012, de los 12 clubes que en el 2013 militan en el campeonato de la Serie A, revela que los gastos que realizan son mayores que los ingresos. Y, además, en siete de cada diez clubes se reportan pérdidas, que en el consolidado de seis años estudiados deja un saldo en contra de $ 24,3 millones para el fútbol profesional.
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