miércoles, 20 de noviembre de 2013

LA CONSERVACIÓN DEL CÓNDOR ES PRIORIDAD EN EL ECUADOR

El objetivo de repoblar los cielos andinos con el ave emblemática de la zona cada vez está más cerca. Desde el 20 de septiembre, Juan Manuel Carrión, experto en aves y director de la Fundación Zoológica del Ecuador, monitorea el huevo que concibió la pareja de cóndores: Auki (Viento) y Kawsay (Vida). Ayer se cumplieron 60 días de anidación y se esperaba su nacimiento, pero hasta el cierre de esta edición no se concretaba. "Lo esperado era que el polluelo naciera, pero en algunos casos la eclosión puede adelantarse o retrasarse hasta cinco días".
Es por eso que entre la madrugada de hoy y la del sábado, el Zoológico de Quito, ubicado en Guayllabamba, tendrá un nuevo miembro. Un polluelo del ave de mayor envergadura del mundo y que en el país se encuentra en peligro de extinción. Para Max Araujo, uno de los guías del zoológico, la conservación del cóndor andino es una prioridad en Ecuador y la región. Por ello, se trabaja en un proceso de liberación en el que el nuevo polluelo juega un "papel crucial". Él es el "individuo" que completará el grupo de tres ejemplares que se necesita para que queden libres.
Según Carrión, un cóndor no puede ser liberado solo. Para hacerlo se necesitan al menos tres. ¿La razón? Estos animales viven en grupos y dejar que se vayan individualmente sería poner en peligro la vida y la conservación de estas aves. Según datos de la fundación, en Ecuador hay 50 cóndores silvestres y 19 en cautiverio. Todos viven en zoológicos o áreas de protección animal (ver infografía).
El proyecto de conservación que se emprende en el país cuenta con el involucramiento de la comunidad. Por ejemplo, en Zuleta, Imbabura, una de las zonas de mayor densidad de cóndores cautivos, se realizó un proyecto educativo para cambiar la percepción de la gente sobre esta ave y así evitar su cace ría.
Por la muerte de una de estas especies (el pasado 27 de abril, en el sector de victoria del Portete al sur de Cuenca), la Policía incluso detuvo a una persona.
En Guayllabamba hay cuatro, serán cinco con el polluelo que nacerá en los próximos días.
El pasado 20 de septiembre, el macho Auki y la hembra Kawsay, pusieron su sexto huevo. Esta es la única pareja de cóndores en cautiverio que ha logrado reproducirse con éxito. A pesar de que en otras partes del país también hay parejas de esta especie, ninguna de ellas ha logrado procrear.
Actualmente los nuevos padres viven en una amplia jaula ubicada en la parte posterior del zoológico. Su cueva está recubierta por una malla oscura y se ubica en un sector en el que el paso de los visitantes es restringido Hace tres años tuvieron a Huayra (Príncipe) y en el 2011 a Killari (Luz de Luna). Desde su nacimiento, estos hermanos han permanecido en condición de aislamiento: sin contacto con el público. Esto, como paso previo para que al completar el grupo con un tercer "individuo" puedan ser trasladados a una área natural protegida, en la que puedan ser liberados.
Con la anidación del nuevo polluelo, Carrión es optimista e indica que "por fin se lograría liberar un grupo de estas aves, consideradas las más grandes del mundo".
Esa liberación se producirá cuando el menor de los tres cóndores cumpla 1 año y 6 meses.
La definición del sitio se dará en coordinación con el Ministerio del Ambiente y el Grupo Nacional de Trabajo del Cóndor Andino.
Este colectivo, que agrupa a organizaciones públicas y privadas, así como a investigadores que desarrollan programas de estudio y conservación de esta ave símbolo.
"Este es un nuevo suceso esperanzador que nos alienta a seguir trabajando a favor de esta especie que, en el caso ecuatoriano, enfrenta un serio riesgo de extinción. Todo lo que podamos hacer a favor del cóndor andino, siempre cuenta", afirma Carrión.
Actualmente la pareja recibe varios cuidados. Pablo Arias, médico veterinario del zoológico, señaló que el ciclo de reproducción habitual de esta pareja de cóndores estaba marcado por intervalos de al menos dos años entre nidadas. Sin embargo, en esta ocasión y gracias a la alimentación adecuada, el aprovechamiento de las épocas del año para inducir una estimulación fisiológica y el retiro temprano de la última cría del cuidado de sus padres, la pareja tuvo éxito con este nuevo proceso reproductivo.
El período de incubación de esta especie endémica de la región Andina tarda 60 días. Por las experiencias pasadas, Carrión y Arias sostienen que el polluelo romperá el cascarón en la madrugada. Para eso, las personas que quieran ver el nacimiento pueden ingresar en http://quitozoo.org/ y seguirlo en tiempo real.
Cuando el huevo eclosione el polluelo será cuidado por sus padres hasta que pueda valerse por si solo. A los 10 días será pesado, medido y se le colocará un chip con el que será monitoreado.
TOMADO DIARIO EL COMERCIO

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