Como si fueran adolescentes en pleno crecimiento, pero a lo
largo de millones de años, las imponentes montañas de los Andes llegaron tan
alto gracias que dieron "estirones".
Esto quiere decir, según los expertos, que probablemente toda la cadena
montañosa se formó a través de una serie de rápidos brotes de elevación.Según los científicos, el altiplano central de los Andes se elevó gracias a rápidos impulsos.
"Este estudio ofrece más evidencias de que el altiplano se formó a través de periódicos y rápidos impulsos, no por una continua elevación gradual de la superficie", dijo Carmala Garzione, principal autora de este trabajo.
"En términos geológicos, rápido significa crecer un kilómetro o más en varios millones de años, lo cual es muy impresionante".
Se supone que los Andes comenzaron a formarse hace unos 120 millones de años al deslizarse la corteza oceánica de Nazca bajo la plataforma continental de Sudamérica, en un proceso denominado "subducción", causando pliegues y fallas en la corteza terreste.
Pero no estaba claro a qué velocidad los Andes se habían elevado hasta su actual altura y cuál fue el proceso que permitió su crecimiento.
Ritmo
Hace unos años, Garzione y sus colegas hicieron la primera estimación de los ritmos de elevación de los Andes centrales al medir las temperaturas antiguas y la composición de la lluvia preservadas en el suelo del Altiplano central en Bolivia y Perú que se asientan a alrededor de 3.600 metros sobre el nivel del mar.
En aquel estudio, consideraron la teoría de la "delaminación", que indica que en vez de erosionarse lentamente, la raíz de una montaña se desprende y cae en el manto candente del interior de la Tierra.
La montaña surge, entonces, liberada de ese peso.
Para su trabajo más reciente, Garzione y su equipo analizaron cuencas sedimentarias en la parte sur del Altiplano, recolectando para ello los registros climáticos preservados en el suelo a distintas elevaciones.
En base a este análisis, los científicos estiman que la región sur del Altiplano se elevó en alrededor de 2,5 kilómetros hace entre 16 y 9 millones de años, algo que se considera un ritmo rápido en geología.
Según Garzione, la acción de estos "pulsos" de crecimiento está relacionada con una raíz densa que crece en la frontera entre la corteza inferior y el manto superior.
"Lo que estamos viendo es que la meseta del Altiplano se formó por pulsos de rápido ascenso de la superficie en varios millones de años, separados de largos períodos (varias decenas de millones de años) de elevación estable", explicó la investigadora.
"Sospechamos que este proceso es típico de otras altas cordilleras, pero necesitamos más investigación antes de poder estar seguros".
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