Un 95,5% de los habitantes de Crimea votó este domingo para que
la península ucraniana pase a formar parte de Rusia, según lo informaron
funcionarios electorales tras contabilizar más de la mitad de los sufragios.
El líder de Crimea, el primer ministro interino Serguei Aksyonov, expresó que el lunes viajará a Moscú con una delegación del parlamento de Crimea para solicitar oficialmente unirse a la Federación Rusa. También anunció que el rublo entrará en circulación en Crimea al lado de la moneda ucraniana, el hrivna.
El presidente ruso, Vladimir Putin, indicó que respetará los deseos del pueblo de Crimea.
Pero muchos crimeos leales al gobierno de Kiev boicotearon el referendo, mientras que Estados Unidos y la Unión Europea lo condenaron como ilegal.
El corresponsal de la BBC en Kiev afirma que "la verdad es que hay poco que las autoridades aquí puedan hacer sin una ayuda exterior significativa".
En febrero pasado, fuerzas prorrusas tomaron el control de Crimea, después de que el presidente de Ucrania, Viktor Yanukóvich, fuera derrocado tras las protestas callejeras.
El Kremlin dijo que Putin habló por teléfono con el presidente estadounidense, Barack Obama, para decirle que el referendo cumplió con el derecho internacional y que estuvieron de acuerdo en buscar una manera de estabilizar a Ucrania.
Sin embargo, poco después de cerrarse la estaciones de votación, EE.UU. renovó su amenaza de sancionar a Rusia.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, condenó el referendo como "peligroso y desestabilizador" y añadió que tendrá "cada vez más costos para Rusia".
EE.UU. señaló en un comunicado que el voto fue "ilegal e ilegítimo y su resultado no será reconocido".
Cancilleres europeos se reunirán el lunes y se espera que consideren imponer sanciones a funcionarios rusos.
El factor tártaro
Una gran mayoría de la población de Crimea está de acuerdo en
volver a ser parte de Rusia.
Un 58% de los pobladores de Crimea son rusos étnicos y el resto son ucranianos y tártaros.
La mayoría de los tártaros que hablaron con la BBC dijeron que habían boicoteado la votación y que sienten que la vida bajo el gobierno del Kremlin será peor.
"Creo que no volveremos a tener libertad de expresión", comentó una tártara llamada Elvira.
"Nuestra opinión no será tenida en cuenta ni será considerada".
Los tártaros fueron deportados al Asia Central por el dictador soviético Joseph Stalin.
Sólo pudieron regresar cuando se disolvió la Unión Soviética y muchos desean permanecer en Ucrania.
Pero el referendo no tenía una opción para aquellos que deseaban mantener sin cambios los arreglos constitucionales.
A los votantes se les preguntó si querían unirse a Rusia o tener una mayor autonomía como parte de Ucrania.
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