Este 23 de marzo ha fallecido Adolfo Suárez, primer presidente de la reinstaurada democracia española, como consecuencia de una infección respiratoria provocada por la enfermedad neurodegenerativa que padecía y le mantenía alejado de la vida pública.
Adolfo Suárez nació el 25 septiembre de 1932, en Cebreros, Ávila (España). Tras licenciarse en Derecho en Salamanca en 1959, entró en el Colegio Mayor Francisco Franco en la Ciudad Universitaria de Madrid, doctorándose en Derecho. Seguidamente, desempeñó diversos cargos dentro de las estructuras del régimen de Francisco Franco.
Durante los tres últimos años del mandato de Franco, Suárez empezó a asumir cargos de responsabilidad política. La muerte del dictador supuso la entrada de Suárez en el Gabinete franquista de Arias Navarro en 1975. Fue nombrado ministro secretario general del Movimiento Nacional.
Transición
Tras la dimisión de Arias Navarro, el rey Juan Carlos encargó a Adolfo Suárez formar gobierno, siendo nombrado presidente del Ejecutivo el 3 de julio de 1976.
En 1977 fue ratificado por los ciudadanos como presidente del Gobierno en las primeras elecciones generales libres que se celebraban en España desde 1936, al frente de la formación política Unión de Centro Democrático (UCD).
A sus 43 años, y en medio de una situación política y social de gran dificultad, Suárez fue capaz de aunar voluntades y fuerzas de distinto corte, desde a falangistas 'conversos' como él, hasta socialdemócratas, liberales o democristianos entre otros, y, entre 1976 y 1979, logró desmantelar el régimen franquista con la ayuda de fuerzas políticas como el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Comunista de España, cuyo líder, Santiago Carrillo, denominó a Suárez como un "anticomunista inteligente".
Una de las medidas más destacadas del Gobierno de Suárez fue presentar ante las Cortes franquistas la propuesta para modificar la Ley de Reforma Política, que supuso la autoliquidación de las mismas y posibilitó acabar definitivamente el régimen impuesto por Franco en España para transitar hacia el actual modelo político democrático.
Democracia y dimisión
Las Cortes aprobaron la Constitución española de 1978. Durante su segunda legislatura, Suárez tuvo que hacer frente a múltiples dificultades, incluida una moción de censura presentada contra su Gobierno por el PSOE liderado por Felipe González. Finalmente, las discrepancias con su propio partido y la falta de sintonía con el rey precipitaron su dimisión.
Suarez demostró hasta el último momento de su vida política su firme compromiso con la democracia, incluso en el día de su dimisión, el 29 de enero 1981, la cual justificó en nombre del progreso en libertad de su nación: "Mi marcha es más beneficiosa para España que mi permanencia en la presidencia. Y yo no quiero que el sistema democrático de convivencia sea una vez más un paréntesis en la historia de España", declaró Suarez dirigiéndose al pueblo español.
Amante de su país y con la lección de las consecuencias de una terrible guerra civil y un régimen fascista bien aprendidas, Suárez decía a los españoles: "Agradeceré busquen siempre las cosas que les unen y dialoguen con serenidad y espíritu de justicia sobre aquellas que les separan".
Intento de golpe de Estado
Tras dimitir como presidente del Gobierno, cuando se debatía la investidura de su sucesor, el 23 de febrero se enfrenta al golpista Francisco Tejero en el Congreso. Su imagen permaneciendo sentado firme, cara al frente, mientras los uniformados golpistas disparaban ráfagas al techo del Congreso mientras el resto de políticos del hemiciclo se escondían en sus escaños ha pasado a la historia.
En 1982 Suárez vuelve, crea un nuevo partido, el CDS, y se aleja de los grandes debates políticos.
El adiós
El 26 de mayo de 1991 anuncia su dimisión como presidente del CDS, y el 25 de octubre del mismo año renuncia a su escaño de diputado del Congreso.
En el año 2003 se produce su última aparición pública, en un mitin de apoyo a su hijo Adolfo Suárez Illana, quien se presentó como cabeza de lista del PP en las elecciones a las Cortes de Castilla-La Mancha.
Suárez falleció en Madrid rodeado de su familia a los 81 años de edad.
Durante los tres últimos años del mandato de Franco, Suárez empezó a asumir cargos de responsabilidad política. La muerte del dictador supuso la entrada de Suárez en el Gabinete franquista de Arias Navarro en 1975. Fue nombrado ministro secretario general del Movimiento Nacional.
Transición
Tras la dimisión de Arias Navarro, el rey Juan Carlos encargó a Adolfo Suárez formar gobierno, siendo nombrado presidente del Ejecutivo el 3 de julio de 1976.
En 1977 fue ratificado por los ciudadanos como presidente del Gobierno en las primeras elecciones generales libres que se celebraban en España desde 1936, al frente de la formación política Unión de Centro Democrático (UCD).
A sus 43 años, y en medio de una situación política y social de gran dificultad, Suárez fue capaz de aunar voluntades y fuerzas de distinto corte, desde a falangistas 'conversos' como él, hasta socialdemócratas, liberales o democristianos entre otros, y, entre 1976 y 1979, logró desmantelar el régimen franquista con la ayuda de fuerzas políticas como el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Comunista de España, cuyo líder, Santiago Carrillo, denominó a Suárez como un "anticomunista inteligente".
Una de las medidas más destacadas del Gobierno de Suárez fue presentar ante las Cortes franquistas la propuesta para modificar la Ley de Reforma Política, que supuso la autoliquidación de las mismas y posibilitó acabar definitivamente el régimen impuesto por Franco en España para transitar hacia el actual modelo político democrático.
Democracia y dimisión
Las Cortes aprobaron la Constitución española de 1978. Durante su segunda legislatura, Suárez tuvo que hacer frente a múltiples dificultades, incluida una moción de censura presentada contra su Gobierno por el PSOE liderado por Felipe González. Finalmente, las discrepancias con su propio partido y la falta de sintonía con el rey precipitaron su dimisión.
Suarez demostró hasta el último momento de su vida política su firme compromiso con la democracia, incluso en el día de su dimisión, el 29 de enero 1981, la cual justificó en nombre del progreso en libertad de su nación: "Mi marcha es más beneficiosa para España que mi permanencia en la presidencia. Y yo no quiero que el sistema democrático de convivencia sea una vez más un paréntesis en la historia de España", declaró Suarez dirigiéndose al pueblo español.
Amante de su país y con la lección de las consecuencias de una terrible guerra civil y un régimen fascista bien aprendidas, Suárez decía a los españoles: "Agradeceré busquen siempre las cosas que les unen y dialoguen con serenidad y espíritu de justicia sobre aquellas que les separan".
Intento de golpe de Estado
Tras dimitir como presidente del Gobierno, cuando se debatía la investidura de su sucesor, el 23 de febrero se enfrenta al golpista Francisco Tejero en el Congreso. Su imagen permaneciendo sentado firme, cara al frente, mientras los uniformados golpistas disparaban ráfagas al techo del Congreso mientras el resto de políticos del hemiciclo se escondían en sus escaños ha pasado a la historia.
En 1982 Suárez vuelve, crea un nuevo partido, el CDS, y se aleja de los grandes debates políticos.
El adiós
El 26 de mayo de 1991 anuncia su dimisión como presidente del CDS, y el 25 de octubre del mismo año renuncia a su escaño de diputado del Congreso.
En el año 2003 se produce su última aparición pública, en un mitin de apoyo a su hijo Adolfo Suárez Illana, quien se presentó como cabeza de lista del PP en las elecciones a las Cortes de Castilla-La Mancha.
Suárez falleció en Madrid rodeado de su familia a los 81 años de edad.
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