La peregrinación de la sagrada imagen de la Virgen de El Cisne es una de las grandes tradiciones de los fieles y la cumplen desde Julio de 1829 cuando el libertador Simón Bolívar emitió un decreto cuyo texto puntualizaba la creación de la Feria de Loja señalando además, que la Virgen debía salir desde El Cisne hasta Loja en hombros de sus hijos.
Es así como cada año los devotos se concentran en la parroquia rural de El Cisne para iniciar el recorrido. La Santísima virgen de El Cisne sale el 17 de agosto del santuario y llega a su primera parada en la hacienda San Pedro, ahí se renueva la fe y repara energías para continuar hasta San Pedro de la Bendita, su segundo descanso.
Continuando el camino se llega a Monterrey, el ingenio azucarero donde nuevas plegarias se suman a las miles de peticiones que seguirán aumentando hasta llegar a Catamayo, cantón de la provincia de Loja. En este lugar la alegría se trastoca en fiesta y jornadas preparadas durante todo el año para rendir culto a la Virgen, la cual descanza en la iglesia de Catamayo. Con el cambio de ropa y actos religiosos respectivos se avanza a paso acelerado por sus fieles para hacer la entrada a la ciudad de Loja el 20 de agosto.
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