Costa Rica hizo historia en Recife. Allí, en el Norte de Brasil, tras superar en los penales a Grecia tras igualar 1-1, se metió por primera vez en los cuartos de final de un Mundial. En la definición, que ganó 5-3, brilló uno de sus hombres más destacados del certamen, su arquero Keylor Navas. Además de desviarle un penal decisivo a Gekas, el arquero del Levante español tuvo a lo largo de las dos horas de partido tapadas claves, fundamentalmente a partir de que los Ticos se quedaron con 10 jugadores por la tarjeta roja que vio Duarte.
En el arranque del partido, la iniciativa del partido la llevó Costa Rica, que a partir del buen trato de pelota y la precisión en los pases comenzaba a complicar al fondo griego. Así, antes de los 10 minutos, Ruiz asistió al volante izquierdo Bolaños, cuyo remate se fue alto pero no le pasó lejos al arco de Karnezis.
Con el correr de los minutos, la imprecisión le fue ganando a los bríos iniciales de Costa Rica y el partido se achataba. Cuando quedaban menos de diez minutos de los primeros 45 se vio la jugada más clara, que la tuvo Grecia. La defensa costarricense marcó muy mal en un centro cruzado desde la izquierda y de no ser por la intervención de su arquero Navas, que desvió el remate con la pierna derecha, Salpingidis hubiera festejado.
Cuando parecía que la segunda etapa comenzaba chata como había sido la primera, Costa Rica, con un lindo gol, le puso emoción al partido. Ruiz recibió un pase desde la izquierda de Bolaños y sin parar la pelota, con el borde interno de su botín zurdo, colocó con sutileza un remate rasante y cruzado que se le metió pegado al poste izquierdo al arquero Karnezis.
La sonrisa de oreja a oreja no le duró demasiado a Costa Rica. A casi 20 minutos del final, Duarte llegó tarde a marcar a un atacante griego, se le fue la pierna, lo bajó, y Williams le mostró la segunda tarjeta amarilla y la consecuente roja. Un gol arriba y con un hombre menos, llevado por los griegos, Costa Rica se fue metiendo atrás y peligrosamente se jugaba cada vez más cerca del arco de Navas.
De todos modos, hasta tres minutos antes del final, no fue mucho el sufrimiento de los Ticos. Entonces, Hristodopoulos desbordó por derecha pero su centro atrás fue interceptado por Navas. Cuando parecía que Costa Rica aguantaba, trece segundos luego del tiempo cumplido, llegó el empate griego que originó el alargue. Sokratis, luego de un rebote en el arquero, sentenció las tablas con un derechazo.
Envalentonados, los griegos salieron a buscar el gol desde el principio del primer tiempo suplementario. Lazaros y Gekas, de entrada, probaron desde lejos, pero sin puntería. La más clara la tuvo Konstantinos, pero su remate pudo ser desviado por Giancarlo González.
En el inicio del segundo suplementario, la primera, en el minuto inicial, la tuvo el tico Brenes, pero su disparo fue defectuoso y desviado. A diferencia del primer tiempo de alargue, Costa Rica parecía revitalizada. Pero en una contra griega le tembló la estantería y una nueva intervención de Navas mantuvo el empate al taparle un derechazo a Karagounis, cuando ingresaba al área sobre la derecha. Tuvo que aparecer de nuevo Navas para garantizar la definición por penales. En la última jugada del alargue le ahogó el grito a Mitroglu, que de aire remataba cruzado.
En la definición desde el punto del penal, para Costa Rica convirtieron Borges, Ruiz, González, Campbell y Umaña; mientras que para Grecia lo hicieron Mitroglu, Christodopoulos y Cholevas. El derechazo de Gekas, alto y cruzado, fue brillantemente tapado por Navas.
Para seguir haciendo historia, Costa Rica no la tiene nada fácil, ya que su rival de cuartos de final será Holanda, que ganó todos los partidos que lleva disputados en el certamen. Pero, claro, el sueño, a los ticos, nadie se los quita.
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