COSTA RICA, EL FÚTBOL QUE SORPRENDE AL MUNDO

Es la gran sorpresa del Mundial de Brasil 2014, Costa Rica es la parca negra en el Grupo de la Muerte. Los Ticos vencieron a Uruguay y a Italia en sus dos primeras presentaciones y se clasificaron a los octavos de final de la Copa del Mundo por segunda vez en su historia en cuatro presentaciones (la anterior había sido en Italia 90). "Estábamos en el grupo de la muerte, pero los muertos son otros", fue la frase lapidaria de Bryan Ruiz, el que lleva la camiseta 10 del equipo del colombiano Jorge Luis Pinto, y autor del único gol del triunfo sobre los europeos.
¿Cómo logró Costa Rica convertirse en la revelación del Mundial? Pinto apuesta por un 5-4-1 con mucha marca y sacrificio; pero también con un trato de pelota muy prolijo y certeza para definir en el área rival. Sin embargo, el orden y el libreto perfectamente estudiado de cada uno de los intérpretes son las respuestas a la pregunta que dispara el análisis.
Es el segundo ciclo de Jorge Luis Pinto al frente de esta selección. En el primero había conseguido la Copa Uncaf de 2005 en Guatemala, después llegó la desilusión en las Eliminatorias para Sudáfrica y Ricardo La Volpe se hizo cargo del equipo. Pero tras la Copa América 2011 en Argentina, el entrenador renunció a su cargo y Pinto volvió a ponerse el buzo de DT de la selección costarricense. Es el trabajo de años que se ve cristalizado en esta Copa del Mundo.
Ante Uruguay y ante Italia el DT optó por el mismo sistema. La columna vertebral de Costa Rica empieza por su arquero, que tuvo dos grandes actuaciones y genera confianza desde el fondo: Keylor Navas, el heredero de Gabelo Conejo, el arquero en Italia 90 y hoy entrenador de arqueros de la selección. En los laterales de la defensa están Cristian Gamboa por la derecha y Júnior Díaz por la izquierda, de gran despliegue y buena pegada (envió el centro para el gol de Bryan Ruiz). Oscar Duarte, Michale Umaña (stoppers) y Giancarlo González (líbero) forman una línea de tres hasta ahora impenetrable.
Yeltsin Tejada acompaña en el medio a Celso Borges, el alma del equipo en el círculo central. Líder por naturaleza y el máximo recuperador de pelotas de un equipo que retrocede en bloque y ataca de la misma manera, pero siempre priorizando el orden. Bryan Ruiz por derecha y Christian Bolaños por izquierda son los dos volantes creativos que manejan el equipo. Buen pie, criterio para jugar, no abusan del pelotazo e intentan siempre juntarse para tocar corto y sacar el pase largo para Joel Campbell, el único punta.
Práctico, rápido, ordenado, con buen trato de pelota; duro para la marca, sacrificio y cada una de las piezas con su función muy bien estudiada. Y como una victoria llama a la otra, el 3-1 sobre Uruguay trajo el 1-0 a Italia y la clasificación a octavos. La Cenicienta del Grupo de la Muerte (ante tres campeones mundiales) se sacó los zapatitos de cristal y pisó firme en el Mundial de Brasil.