En un nuevo caso de "infracción" del protocolo papal, el papa Francisco le dio un aventón a un sacerdote amigo en el vehículo más exclusivo del mundo: el papamóvil.
Según la agencia estadounidense Catholic News Service, el autoestopista más devoto —y afortunado— del mundo es Fabián Báez, sacerdote de la Arquidiócesis de Buenos Aires (Francisco fue arzobispo de esa ciudad), a quien el papa vio entre la multitud en la Plaza de San Pedro.Cuando ayudaba a subir a Báez al papamóvil, Francisco le dijo a Báez: “La foto le va a dar la vuelta al mundo”, reportó la agencia CNS. El radiante sacerdote le dio la vuelta a la plaza en el vehículo y fue ubicado en un asiento especial durante el discurso del papa.
En su mensaje, Francisco le pidió a la multitud recordar el bautismo.
“Muchos de nosotros no tenemos el más mínimo recuerdo de la celebración de este Sacramento, obviamente, si fuimos bautizados poco después de nacer”, dijo Francisco. “¡Es importante! ¡Es importante saber qué día entraste en la corriente de la salvación de Jesús!”.
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