Precisamente, ayer, 17 de enero, se inauguró el último de los tres tramos de la carretera que une las provincias de Chimborazo y Morona Santiago.
La construcción de la arteria de dos carriles se inició en agosto del 2008 con el primer trayecto entre Riobamba y Cebadas. El segundo fue Cebadas-El Atillo-9 de Octubre. En total son 154 kilómetros.
La carretera beneficia a los poblados de Riobamba, San Luis, Punín, Flores, Cebadas, 9 de Octubre, General Proaño y Macas. Además, por su ubicación geográfica, se constituye en una ruta de integración regional entre la Costa, Sierra y Amazonía.
En la parroquia amazónica se vivió una fiesta. Una de sus habitantes, Ernestina Chucay, quien tiene una pequeña tienda frente a la carretera, dice que la vía es una fortaleza, porque ahora llegarán más visitantes. Por la zona pasan buses de las cooperativas Riobamba, Sangay, Unidos, Baños y Macas.
En la zona, dedicada mayoritariamente a la actividad agropecuaria, los habitantes podrán utilizar el camino para transportar la leche que producen a diario.
María Arteaga, por ejemplo, vive en Zuñac, en Morona. Ella cuenta que en 1980 para ir desde su poblado hasta Riobamba se hacían tres días de viaje. Pero con la construcción todo cambió. Actualmente sale en la mañana y regresa al mediodía.
Según Ernesto Checa, oriundo de Macas, hace 40 años el viaje implicaba 11 días de recorrido. "El camino era un chaquiñán, una vía de herradura. Era muy difícil, pero ahora ya podemos llegar en tres horas".
Ayer, el presidente de la República, Rafael Correa, recorrió el tramo 9 de Octubre-Macas e inauguró la obra. Esta tardó 18 meses en edificarse.
Según el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, este tramo final favorece a 12 000 habitantes.
El paisaje es otro de los aspectos importantes del nuevo camino. A lo largo de la vía se pueden observar parajes naturales como las lagunas de Atillo, Negra, cascadas como Manto de la Novia y partes del río Upano. Incluso si el día está despejado, se mira de frente el volcán Sangay.
"Esta vía se ha convertido en un eje turístico entre Guayaquil, Bucay, Riobamba, Cebadas y Macas", cuenta el habitante Milton Chauca.
Ese tramo ya es recorrido por los turistas, pero Chauca cree que su presencia aumentará, los fines de semana.
Recuerda que hace seis meses, todavía con el último tramo en construcción, se tardaba más de cinco horas de viaje; ahora se demora tres. "Es una bendición", dice Chauca.
Por la importancia turística y ambiental, pues allí se encuentra el Parque Nacional Sangay, Néstor Solís, director del Ministerio de Transporte de Chimborazo, explica que los materiales utilizados en la construcción de la vía fueron seleccionados para no dañar el ambiente de la zona.
La carretera tiene un recubrimiento asfáltico de 10 centímetros. En algunos lugares se utiliza hormigón reforzado para evitar los deslaves. Para estabilizar los taludes fueron instaladas mallas y hormigón lanzado.
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