Cuando todavía se sentía fuerte el impacto que había generado el fallecimiento de dos periodistas cordobeses en Andalgalá, al caer a un precipicio la camioneta en la que viajaban, el Dakar se cobró otra víctima. El piloto belga Eric Palante fue hallado sin vida junto a su moto en el tramo en el que se disputó el jueves la quinta etapa de la competencia.
El cuerpo de Palante fue detectado a las 8.30 del viernes en el kilómetro 143 del recorrido de la etapa de ayer, comprendido entre Chilecito y San Miguel de Tucumán, por el personal del camión escoba de la organización, que se dirigía hacia allí para recuperar la Honda CRF, que no había llegado al vivac en los plazos previstos.
A través de un comunicado, la organización de la competencia informó que el belga “había pasado por el punto de aprovisionamiento de agua por la tarde” y que no emitió ninguna comunicación a través del botón de alerta.
Palante, de 50 años, casado y padre de cinco hijos, estaba realizando su 11ª participación en el Dakar (cinco en África y seis en América del Sur) y hasta la cuarta etapa, la última que finalizó, ocupaba el 88° puesto en la clasificación general.
La investigación de la causa quedó a cargo de la fiscal subrogante en feria Analia Castro de Massucco, de Belén (Catamarca). Hasta el momento se desconocen los motivos de su fallecimiento.
Esta es la 63ª muerte ocurrida durante el Dakar desde su inicio en 1979, de las cuales 22 corresponden a pilotos y copilotos. El año pasado, a esta altura de la competencia ya había fallecido el motociclista francés Thomas Bourgin.
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