Este lunes se ha realizado en París una serie de encuentros entre el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov; el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry; y el enviado especial de la ONU en Siria, Lajdar Brahimi. Las reuniones marcan las preparaciones para cumbre Ginebra 2.
Durante la rueda de prensa conjunta con Kerry y Brahimi, Lavrov reiteró que tanto Moscú como Washington coinciden en que Ginebra 2 debe tener lugar el día acordado, el próximo 22 de enero.
Acentuó que los objetivos de la conferencia serán componer las listas de los capturados para su intercambio y dar acceso a las misiones humanitarias a las zonas actualmente cerradas por las autoridades o por la oposición. El canciller ruso comunicó que el Gobierno de Bashar al Assad le ha confirmado su disposición a cumplir estas peticiones. Detalló, además, que una de las tareas clave será elaborar una estrategia de lucha contra los terroristas que han inundado Siria. Destacó que no solo el Gobierno sirio, sino también la oposición comprende la necesidad de esta medida, según se lo confirmó Jarba durante su encuentro bilateral.
El canciller ruso se reunió además con el líder de la opositora Coalición Nacional Siria, Ahmad Jarba, para instarle a que garantice la participación del organismo en la conferencia que debe buscar vías a un compromiso que satisfaga a todas las partes del conflicto sirio. "Nos preocupan mucho las demoras de la oposición siria para expresar su disposición a participar en la conferencia", comentó. Aseguró, además, que es muy importante la participación de actores externos, como Arabia Saudita e Irán, ya que de ellos depende el desarrollo real de la situación.
"Siria necesita ayuda desde afuera. No podemos permitir que la situación con el terrorismo se deteriore como ocurrió en su momento en Irak y el Líbano. Pero deben ser los propios sirios quienes determinen su propio destino", destacó, a su vez, Lajdar Brahimi.
"Una intervención militar en Siria no es admisible. La solución del conflicto interno que está sacudiendo el país solo puede ser pacífica", admitió, por su parte, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry. Reconoció, además, que todas las partes del conflicto están cometiendo graves violaciones de derechos humanos y adelantó que Washington hará todo lo que esté en su mano para llevar a todas las formaciones opositoras sirias a la mesa de diálogo. Detalló asimismo que tiene programada una reunión con Jarba y con otros líderes de la oposición.
Durante la rueda de prensa conjunta con Kerry y Brahimi, Lavrov reiteró que tanto Moscú como Washington coinciden en que Ginebra 2 debe tener lugar el día acordado, el próximo 22 de enero.
Acentuó que los objetivos de la conferencia serán componer las listas de los capturados para su intercambio y dar acceso a las misiones humanitarias a las zonas actualmente cerradas por las autoridades o por la oposición. El canciller ruso comunicó que el Gobierno de Bashar al Assad le ha confirmado su disposición a cumplir estas peticiones. Detalló, además, que una de las tareas clave será elaborar una estrategia de lucha contra los terroristas que han inundado Siria. Destacó que no solo el Gobierno sirio, sino también la oposición comprende la necesidad de esta medida, según se lo confirmó Jarba durante su encuentro bilateral.
El canciller ruso se reunió además con el líder de la opositora Coalición Nacional Siria, Ahmad Jarba, para instarle a que garantice la participación del organismo en la conferencia que debe buscar vías a un compromiso que satisfaga a todas las partes del conflicto sirio. "Nos preocupan mucho las demoras de la oposición siria para expresar su disposición a participar en la conferencia", comentó. Aseguró, además, que es muy importante la participación de actores externos, como Arabia Saudita e Irán, ya que de ellos depende el desarrollo real de la situación.
"Siria necesita ayuda desde afuera. No podemos permitir que la situación con el terrorismo se deteriore como ocurrió en su momento en Irak y el Líbano. Pero deben ser los propios sirios quienes determinen su propio destino", destacó, a su vez, Lajdar Brahimi.
"Una intervención militar en Siria no es admisible. La solución del conflicto interno que está sacudiendo el país solo puede ser pacífica", admitió, por su parte, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry. Reconoció, además, que todas las partes del conflicto están cometiendo graves violaciones de derechos humanos y adelantó que Washington hará todo lo que esté en su mano para llevar a todas las formaciones opositoras sirias a la mesa de diálogo. Detalló asimismo que tiene programada una reunión con Jarba y con otros líderes de la oposición.
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