En ellas salen a relucir mas detalles sobre el caos y la frustración que causó el cierre de varios carriles del puente George Washington que presuntamente fue ordenado por asesores y aliados políticos de Christie como venganza contra el alcalde de Fort Lee, Mark Sokolich, por no apoyar la campana de reelección del gobernador.
Inicialmente el gobernador explicó que el corte se produjo debido a un estudio sobre el trafico.
Sin embargo, en un correo electrónico dirigido a varias personas incluidos Bill Baroni y David Wildstein —directores de la autoridad portuaria que dimitieron en diciembre debido al creciente escandalo— el vicepresidente de la junta de comisionados de la agencia dice que es preocupante e incomprensible que se haya tomado ese tipo de decisión sin consultar a funcionarios al más alto nivel.
Además, el gerente general del puente George Washington admitió en un comunicado a un colega que el cierre de las vías se había convertido en un problema de seguridad publica.
Numerosos policías fueron asignados a dirigir el trafico en vez de proteger a los ciudadanos y los servicios de emergencia experimentaron demoras considerables por el embotellamiento que duró cuatro días.
Este jueves el gobernador negó saber de las maniobras de su equipo y despidió a una de sus asesoras más cercanas, Bridget Ann Kelly, por el correo electrónico que le envió a Wildsteien tres semanas antes del incidente diciendo: “Es hora de que haya problemas de tráfico en Fort Lee”.
Mientras tanto, las autoridades continúan investigando para tratar de determinar cuantos aliados de Christie estuvieron involucrados en esto y si en verdad la información jamás llegó hasta el propio Gobernador.
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