La capital azuaya abrió al turismo espacios patrimoniales, religiosos o arquitectónicos que no estaban abiertos al público. Eran sitios exclusivos de las iglesias más antiguas donde se evidencia la historia, arte, cultura… Entre las nuevas opciones se puede visitar las cúpulas de la Catedral de la Inmaculada Concepción, el huerto de la iglesia de Todos Santos y la denominada Casa de las Fotos, en la Calle Larga.
La Catedral de la Inmaculada, edificada con ladrillo, piedra, mármol, es uno de los templos más grande del país. Eso se dimensiona al subir las 155 gradas en una escalera, que tiene la forma de caracol.
A la cima se llega casi sin aliento, pero la experiencia es única. Desde la parte alta se observa la imponente huella colonial de la ciudad: 26 cúpulas de ladrillo de las iglesias, que son inmuebles patrimoniales. Hacia la terraza está el monumento de cinco metros de alto de Santa Ana, la matrona de la capital azuaya.
Arriba, el aire es más fresco. El acceso y visita toma 15 minutos, pero la mayoría de turistas se queda horas admirando el paisaje y entendiendo porqué la urbe obtuvo el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad. "Esto vale la pena si estás listo para caminar y descubrir la ciudad", dijo la orense Janina Flores.
En este templo hay otro espacio turístico. Hay que caminar hasta el altar principal hecho con pan de oro para ir a las criptas. Se ingresa por el lado izquierdo de la Sacristía y se desciende por 34 gradas. Es un amplio espacio arquitectónico subterráneo que alberga 522 bóvedas y nichos de sacerdotes, religiosas y personajes ilustres de la ciudad enterrados desde 1915.
La hermana Delia Chulco dirige a los visitantes que buscan más información. Las paredes son blancas y hay cuatro ángeles de dos metros de alto, en diferentes posiciones. Este recorrido toma alrededor de 40 minutos.
Frente a la Catedral de la Inmaculada, y solo separadas por el parque Abdón Calderón, está la Catedral de El Sagrario o Vieja. Es la iglesia más antigua y se construyó solo 10 años después de la fundación española de 1557.
Este templo se levantó con piedras labradas, traídas de ruinas Incas. Esa es la primera explicación que el guía turístico, Danilo León, brinda a los visitantes. Tiene tres capillas, un órgano tubular de viento de 1735 y un altar mayor con su sacristía. Allí, se presentan exposiciones fotográficas.
Este lugar funciona en la actualidad como un museo de arte religioso y Centro Cultural. Guarda la pintura mural más antigua de Latinoamérica que data de 1573: es una virgen.
A pocas cuadras está el complejo de Todos Santos, otro espacio recién abierto al turismo. Se ingresa por la Calle Larga y se puede conocer un horno de leña construido hace más de 100 años.
Llama la atención las centenarias paredes de adobe, pisos de ladrillo, puertas y tumbados que conservan el hollín que producía el horno de leña que aún se utiliza. Es un sitio acogedor para servirse una taza de café o chocolate.
Este sitio fue acoplado como cafetería, restaurante y museo. Según la religiosa Elizabeth Ochoa, tiene capacidad para 300 personas. Una amplia terraza funciona como mirador para apreciar la zona del Ejido y el río Tomebamba. También, se puede acceder a un amplio huerto patrimonial.
El huerto tiene cuatro terrazas segmentadas por tipo de cultivos. En el de chacra andina hay maíz, porotos, papas… En el medicinal-aromático, hay toronjil, manzanilla, menta… En el de especias tiene romero, orégano, cilantro, apio… y, finalmente, en el frutal se cultivan capulí, higos, manzanas, reinas claudias, entre otras variedades.
Las religiosas le conocen como el huerto del paso del colibrí, porque todas las tardes se observa el revoloteo de estas aves sobre las flores acampanadas de los fresnos falsos, principalmente.
El 1 de diciembre este complejo abrirá la iglesia, que es restaurada, al turismo. Se podrá mirar los cimientos, osamentas prehispánicas, murales e imágenes religiosas.
A tres cuadras en la misma Calle Larga está Sumaglla Folklor Antigüedades. Es conocida como la Casa de las Fotos. En la fachada hay varias imágenes de la Cuenca antigua, colocadas en una suerte de portarretratos, que son parte de las molduras.
Según su dueña, Cecilia Toral, el inmueble tiene más de 170 años y allí han vivido seis generaciones. Se conservan tumbados de latón y murales en las paredes. Los adornos y cuadros, por sus formas y materiales, reflejan el pasado cuencano. Estos espacios estarán abiertos al público durante la fiesta de Cuenca de este fin de semana.
Costos y horarios
El ingreso a las cúpulas de la Catedral cuesta USD 1 y para estudiantes y personas de tercera edad vale 50 centavos y los menores de 10 años no pagan. Las mismas tarifas rigen para acceder a la cripta.
La entrada a las cúpulas y criptas es de 08:00 a 12:00 y de 13:30 a 16:30, de martes a viernes. Sábado y domingo, de 08:00 a 12:30.
Para observar la Catedral vieja cuesta USD 1 para nacionales y 2 para extranjeros. Los niños no pagan.
El acceso al huerto de Todos Santos es de lunes a viernes de 08:00 a 17:00. Los adultos cancelan USD 2 y los niños 1. El restaurante está abierto todos los días.
En la Casa de las Fotos, la atención es de 10:00 a 16:30 de lunes a viernes y la entrada vale USD 2.
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