sábado, 23 de noviembre de 2013

EE.UU. RECUERDA MUERTE DEL PRESIDENTE KENNEDY



Aun antes de despuntar el alba, bajo cielos encapotados y un relente otoñal que calaba los huesos, con banderas a media asta y ofrendas florales ante la flama eterna que iluminaba el rincón más famoso del cementerio de Arlington, el peregrinar de cientos de personas marcó ayer el inicio de los actos para conmemorar en Estados Unidos el 50 aniversario del homicidio de John F. Kennedy.
Tras este homenaje, celebrado en la intimidad de las colinas de Arlington, la atención del país se centró en Dallas, donde el alcalde Mike Rawlings pronunció por primera vez una oda en memoria de John F. Kennedy, quizá con la esperanza de conseguir la redención de una ciudad asociada a uno de los más oscuros pasajes en la historia de EU, la de haber sido el cadalzo de Kennedy, la urbe traidora que cobijó a los asesinos y conspiradores que perpetraron, aquel 22 de noviembre de 1963, uno de los crímenes que cambiaron al país para siempre.
“Una nueva era nació y otra se desvaneció hace medio siglo cuando la esperanza y el odio chocaron aquí en Dallas”, aseguró Rawlings al recordar un crimen que marcó el nacimiento de la leyenda del que quizá sea el único presidente que ha recibido tratamiento de santo laico en la historia de EU.
“Hoy Dallas es una ciudad diferente. Y creo que el presidente Kennedy estaría satisfecho con nuestros esfuerzos para cumplir parte de sus sueños en materia de igualdad”, dijo Rawlings al encabezar el primer y único homenaje que esta ciudad ha ofrecido al presidente desde que éste murió desangrado en sus calles.
“Hoy le damos gracias por su vida y su servicio. Rendimos tributo a quien contribuyó a tener un mundo más justo, a quien conjuró la amenaza nuclear, a quien nos permitió soñar y alcanzar la Luna”, aseguró el alcalde poco antes de pedir un minuto de silencio, en punto de las 12:30 horas locales (el mismo tiempo en Ciudad de México), para evocar el momento trágico en que John F. Kennedy murió asesinado por Lee Harvey Oswald según la versión oficial que comparten algunos de los más respetados historiadores, aunque siguen difundiéndose las más variopintas teorías de la conspiración sobre el asesinato de un mandatario que hoy mismo sigue gozando de los más altos niveles de popularidad.
Según la encuesta difundida ayer por la cadena CNN, John F. Kennedy sigue encabezando la lista de los presidentes más populares con el 90% de respaldo, muy por delante de Ronald Reagan, quien tiene 78% de simpatías, y Bill Clinton, que se mantiene en tercer lugar con 74% del respaldo popular.
Desde muy temprano
Los homenajes en memoria de Kennedy comenzaron a muy temprana hora, con la bandera a media asta en los edificios públicos de toda la nación, ofrendas florales en el cementerio de Arlington, en un acto que incluyó a Jean Kennedy Smith, la única hermana superviviente del ex presidente y al fiscal general, Eric Holder.
En la biblioteca y Museo dedicado a John F. Kennedy, en la ciudad de Boston, cientos de personas tuvieron ayer la oportunidad de visitar la estatua que se erigió en su memoria en el recinto legislativo de la ciudad. Los actos en Boston culminaron con una ceremonia religiosa en la Catedral de la Sagrada Cruz, donde en abril pasado se rindió tributo a las víctimas del atentado terrorista perpetrado en la recta final del maratón en esa ciudad.
Desde primera hora, las principales cadenas de televisión se encargaron de engullir a millones de telespectadores en ese túnel del tiempo que los llevó a rastras, entre imágenes de John F. Kennedy en blanco y negro que se traslapaban con las imágenes en directo desde el cementerio de Arlington o desde la Plaza Dealey, donde se congregaron más de 5 mil personas que tuvieron que participar en una lotería para asegurarse un lugar que cientos de miles disputaron con la esperanza de estar en un evento sin precedentes.
El acto realizado en Dallas contó con la presencia del historiador David McCullough, quien se encargó de recordar algunos de los pasajes más conocidos en los discursos de John F. Kennedy.
“Kennedy era muy joven para ser presidente y aún más joven para morir de esa manera”, aseguró McCollough al evocar las frases que siguen siendo el testimonio del optimismo que Kennedy inoculó a millones en EU, en momentos en que la nación luchaba por sacar a flote su economía o coqueteaba con la amenaza de una guerra nuclear en los años de la Guerra Fría.
“Si más políticos supieran más de poesía y más poetas supieran de política el mundo sería mejor”, citó McCollough al ex presidente Kennedy para ofrecer sólo un atisbo del hombre que consiguió que millones soñaran con la conquista del espacio, con la posibilidad de desterrar enfermedades y de que Estados Unidos fuera una nación respetada “no sólo por su fuerza militar, sino por su desarrollo como sociedad democrática”.

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