jueves, 14 de noviembre de 2013

HAMBRE, ENFERMEDAD, SAQUEOS AUMENTAN EL DOLOR EN FILIPINAS

Hambre, enfermedad, lluvia y saqueos aumentan el dolor en Filipinas

Miles de personas asaltaron un almacén de arroz en Alangalang, a 17 km de Tacloban, lo que subraya la urgente necesidad de agua, alimentos y medicinas en una región cada vez más desesperada.
Ocho personas fueron aplastadas cuando se derrumbó la pared que trataban de escalar cuando asaltaron el depósito, del que se llevaron 100.000 sacos de arroz de 50 kg.
Policías y soldados custodiaban el sitio, que pertenece a una agencia del gobierno, pero fueron desbordados por el gentío.
Ayer comenzó a aumentar el ritmo de las operaciones de asistencia y dos aeropuertos comenzaron a recibir vuelos de ayuda, aunque no con la rapidez suficiente para unas 600.000 personas desplazadas, muchas de ellas desamparadas, hambrientas y sedientas.
Tacloban, la ciudad más devastada por el tifón Haiyan, está recibiendo cantidades mínimas de agua y alimentos por la falta de camiones y las carreteras dañadas.
En tanto, miles de sobrevivientes, algunos agotados, traumatizados y hambrientos, provocaron una avalancha ayer en el aeropuerto en ruinas de la ciudad de Tacloban para intentar subirse a alguno de los aviones militares que traen ayuda humanitaria.
“Todo el mundo tiene miedo. Dicen que no hay alimentos, que no hay agua, que se quieren ir de aquí”, comentó el capitán Emily Chang, médico militar que trata a los heridos.
Cortes, contusiones, gripe, el cólera y traumas psicológicos son algunos de los desafíos sanitarios que tienen que afrontar los servicios de emergencia, que empiezan a recibir la ayuda de la ONU y agencias internacionales de cooperación.
La ONG Plan Internacional espera llegar a Filipinas en 72 horas con 1.300 carpas, 6.500 equipos portátiles de albergue y 1.600 de agua, saneamiento e higiene, para socorrer a unas 6.000 personas.
El paso de la tormenta tropical Zoraida ha llevado más lluvia a Tacloban y las poblaciones cercanas, lo que agrava las inundaciones parciales de varias zonas de la ciudad, algunas de las cuales aún se encuentran aisladas, pese a que el fenómeno natural tocó suelo ayer ya debilitado, con vientos de 30 kilómetros por hora.

Entierros: Prevención
Fosas comunes

Las autoridades locales y organismos religiosos cavan fosas comunes para enterrar a las víctimas mortales y prevenir así que broten enfermedades y epidemias.
Sin identificar
Las víctimas no están siendo identificadas. Un entierro colectivo se suspendió ayer por disparos contra el vehículo que transportaba los cuerpos.
Damnificados
Las cifras gubernamentales hablan ya de 2.275 víctimas mortales, 3.300 heridos y casi 7 millones de afectados.
 

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