sábado, 24 de mayo de 2014

LA AMENAZA DEL NIÑO ADELANTA LA PREVENCIÓN

La alta probabilidad (más de 70 %) de que ocurra el fenómeno climático de El Niño ha encendido las alarmas en el Gobierno Central y en algunos gobiernos locales, que han decidido adelantar la preparación de los planes de prevención y mitigación de los posibles efectos.En esa tarea ya está el máximo ente del Gobierno Central: la Secretaría de Gestión de Riesgos, liderado por la oceanógrafa María del Pilar Cornejo. La funcionaria dijo que "se están dando todas las condiciones para un Niño", por lo que está planeando una reunión con el Ministerio de Agricultura, para medir el impacto.Las previsiones se harán, dijo, bajo dos grandes escenarios: un Niño moderado como el de 1986-1987 o uno extraordinario, como el de 1997-1998.Los datos satelitales del Observatorio de la NASA (Estados Unidos) han revelado que las anomalías en el mar, registradas en este mes, son similares a las de 1997, cuando nació el Niño más catastrófico del siglo XX, que se extendió hasta 1998. En las últimas semanas, las anomalías nacidas en el Pacífico Central están extendiéndose hacia el Pacífico Oriental.El informe del Comité para el Estudio Regional del Fenómeno El Niño (Erfen) también señala que los parámetros de los niveles de oxígeno registrados en el mar, frente a las costas de Manta, son ligeramente similares a los de 1998.Pero la confirmación del nacimiento de un Niño, posiblemente en julio, está en manos del Comité Erfen, que integran la Secretaría de Gestión de Riesgos y los institutos de investigación: Oceanográfico de la Armada (Inocar); de Meteorología e Hidrología (Inamhi), de Pesca (INP), Espacial Ecuatoriano (IEE); el programa de Cambio Climático de la Espol y la Secretaría Técnica del Mar.Todos esos organismos monitorean a diario el océano y la atmósfera. El análisis de los últimos datos, hecho el jueves, arrojó el último informe técnico. El documento señala que de mantenerse las condiciones anómalas, hay más del 70 por ciento de probabilidad de que ocurra el evento cálido, como lo indican los pronósticos internacionales.Hasta ahora, las señales más claras de su gestación están dadas por el aumento de la temperatura del mar, entre uno y cuatro grados centígrados por encima de lo normal (ver gráfico), una inusual elevación de los valores de oxígeno y la migración de los peces.La merluza y la macarela (peces pelágicos pequeños) han comenzado a alejarse de las costas ecuatorianas en busca de aguas más frías, pero están cada vez más presentes especies de aguas cálidas como el picudillo y el camarón pomada.falta acoplamiento. Y aunque se observan condiciones por encima de lo normal en los parámetros oceánicos, el comité Erfen precisa que todavía no existe un acoplamiento océano-atmosférico para producir los efectos característicos de un evento cálido. No descarta que aquello ocurra.El oceanógrafo José Luis Santos, profesor coordinador del Programa de Cambio Climático de la Espol, precisa que hay que esperar hasta julio para confirmar o descartar el fenómeno que generalmente tarda tres meses en gestarse. Y ya ha habido un mes de condiciones anómalas.El comité Erfen tiene previsto reunirse de nuevo el 26 de junio y, mientras tanto, está en manos de las autoridades elaborar y aplicar los planes de contingencia.

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