lunes, 26 de mayo de 2014

USUARIOS DEL PILOTO DE COCINAS ELÉCTRICAS DEPENDEN AÚN DEL GAS

Martha Odila Guerrón (60 años), dueña de un pequeño negocio de comida en la parroquia Julio Andrade (Tulcán), cocina desde hace tres años valiéndose de dos sistemas: las dos cocinetas eléctricas de inducción de una sola hornilla, que le obsequió el Ministerio de Electricidad, y su cocina de gas.

En la mañana del jueves pasado se encontraba cocinando una carne al jugo y hervía un poco de agua para el café en las eléctricas. Pero el arroz, papas y otros alimentos que necesitaba en mayor cantidad debía prepararlos en la cocina de gas.

Enma Pupiales, su vecina, cuenta, en cambio, que ya no usa sus cocinetas eléctricas porque se dañaron: una casi no calienta y la otra se queda prendida (antes se apagaba sola).
Al cabo de tres años de iniciado el plan piloto en el que se dieron 3.000 cocinas de inducción en Urbina, Tufiño, Julio Andrade, El Carmelo, Maldonado y Chical, los aparatos registran varios inconvenientes.

“Ahora estamos bien con las de inducción porque también tenemos gas, pero si nos quitan el subsidio aquí, nos matan”, dice Javier Galárraga, otro de los vecinos. Pide al Gobierno que no se elimine el subsidio, ya que en el campo siempre se necesita cocinar para muchas personas. Se debe dar de comer a 100 peones en lugares lejanos.

Para eso se necesita, explica, cocinar en ollas de gran tamaño, por lo que las eléctricas no sirven para estas faenas.

La historia se repite en Urbina y Tufiño. María Ruano (59) cocinaba, al mediodía del jueves, unos cuyes, pero en su cocina de leña. Al consultarle sobre las de inducción, comenta que se le dañaron. “La una no prende y la otra se apaga cuando se le coloca la olla”.

¿Pero cuáles son los principales daños en estas cocinas?

Ramiro Higuera, radiotécnico de Julio Andrade, que ha logrado reparar varias de las cocinas chinas de marca Fusibo que le han dado sus vecinos, señala que el problema principal es que el líquido de cualquier producto que se cocina se puede meter por una hendija del aparato. Por eso se les ha recomendado que lo sellen con cinta adhesiva.

También se ha recalentado el enchufe de unas pocas y una tuvo daño en la tarjeta electrónica. Logró arreglar esta última cuando consiguió un repuesto en Ipiales (Colombia), cuenta.

El consumo de luz que reportan los usuarios es de $ 2 promedio y de menos de 100 kWh al mes, de acuerdo con las cifras de EMEL Norte, de Ibarra.

Martha Odila Guerrón, con sus dos estufas eléctricas de una hornilla y cocinando pocos alimentos, ha llegado a pagar hasta $ 3 al mes. Esto es un poco más que el precio oficial de la bombona con subsidio ($ 1,60), pero la quinta parte del costo real del cilindro.

El Ministerio de Electricidad informó en el 2011 que el nivel de satisfacción de los beneficiarios era 60% “completamente satisfecho”, 39% “satisfecho” y 1% “no satisfecho”. La entidad se comprometió a dar información actualizada esta semana.

3.000
COCINAS


chinas se entregaron en el 2011 dentro del plan piloto para el uso de estufas de inducción en seis parroquias rurales de Tulcán.

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