Con
palas, picos, machetes y batefuegos (herramienta especial, similar a la
pala) más de 150 personas de entidades de socorro desde la madrugada de
ayer acudieron a las orillas de la laguna Mojanda para ascender a la
cordillera a tratar de extinguir el incendio forestal que se inició el
pasado viernes.
Desde la laguna, los socorristas caminaron dos horas para llegar al sitio afectado y combatir el fuego, creando zanjas para impedir la propagación del incendio. La altura en esta zona llega a los 4 mil metros sobre el nivel del mar.
En tres días, alrededor de 600 hectáreas de pajonales fueron consumidas por las llamas, en zonas del cantón Pedro Moncayo, norte de Pichincha y la cordillera de Mojanda en Otavalo, sur de Imbabura.
El alcalde de Otavalo, Gustavo Pareja, dijo que, ante las dificultades para ingresar a la zona del incendio, se activó el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal. Agregó que helicópteros de las FF.AA. han arrojado agua para tratar de anular el siniestro.
Según Verónica Pozo, directora encargada del Ministerio del Ambiente, no hay un dato específico para determinar la causa, “pero generalmente este tipo de incidentes son en su mayoría provocados”.
Diego García, gobernador de Imbabura, anunció que no se ha determinado el área afectada, pero hasta la tarde del domingo se destruyeron unas 206 hectáreas de pajonales y bosques nativos de la cordillera perteneciente a Imbabura.
Carlos López, vocero de los bomberos de Otavalo, coincide con policías, militares, comuneros y personal del Ministerio del Ambiente que buscan extinguir el fuego, en que lo más difícil es llegar a los pajonales donde hay fuertes vientos.
El sector en donde aún había llamas, hasta el cierre de esta edición, es Moraschupa, en el sureste de Imbabura. En Pichincha trabajan alrededor de 200 personas en el combate al incendio forestal, donde, según datos preliminares, se han consumido unas 440 hectáreas.
440
hectáreas quemadas en Pichincha y 206 en Imbabura.
Desde la laguna, los socorristas caminaron dos horas para llegar al sitio afectado y combatir el fuego, creando zanjas para impedir la propagación del incendio. La altura en esta zona llega a los 4 mil metros sobre el nivel del mar.
En tres días, alrededor de 600 hectáreas de pajonales fueron consumidas por las llamas, en zonas del cantón Pedro Moncayo, norte de Pichincha y la cordillera de Mojanda en Otavalo, sur de Imbabura.
El alcalde de Otavalo, Gustavo Pareja, dijo que, ante las dificultades para ingresar a la zona del incendio, se activó el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal. Agregó que helicópteros de las FF.AA. han arrojado agua para tratar de anular el siniestro.
Según Verónica Pozo, directora encargada del Ministerio del Ambiente, no hay un dato específico para determinar la causa, “pero generalmente este tipo de incidentes son en su mayoría provocados”.
Diego García, gobernador de Imbabura, anunció que no se ha determinado el área afectada, pero hasta la tarde del domingo se destruyeron unas 206 hectáreas de pajonales y bosques nativos de la cordillera perteneciente a Imbabura.
Carlos López, vocero de los bomberos de Otavalo, coincide con policías, militares, comuneros y personal del Ministerio del Ambiente que buscan extinguir el fuego, en que lo más difícil es llegar a los pajonales donde hay fuertes vientos.
El sector en donde aún había llamas, hasta el cierre de esta edición, es Moraschupa, en el sureste de Imbabura. En Pichincha trabajan alrededor de 200 personas en el combate al incendio forestal, donde, según datos preliminares, se han consumido unas 440 hectáreas.
440
hectáreas quemadas en Pichincha y 206 en Imbabura.
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