El menor fue llevado con engaños a Santiago en 2012 por una pareja ecuatoriana. Trabajó largas jornadas sin remuneración, dormía en un garaje y sin alimentos.
Le prometieron que trabajando en Chile podría ayudar a sus padres
(ambos sordomudos) y que todo el dinero que ganara sería enviado
directamente a sus familiares en Ecuador. Con esa promesa, un niño
ecuatoriano de 13 años llegó a Santiago hace aproximadamente 2 años.
Pero lo que parecía un ‘buen futuro’ se transformó en una pesadilla. El menor fue esclavizado por una pareja de ciudadanos ecuatorianos, en un caso que ha conmovido a los chilenos, poco acostumbrados a este tipo de delitos. Según la Policía local, se trata del primer caso de estas características que se da en Chile y que involucra a un menor que es abusado laboralmente.
Los ciudadanos ecuatorianos Luis Maldonado Santa Cruz y María Rosa Córdova Farinango ingresaron al niño en calidad de turista, con el permiso correspondiente de los padres del menor.
Estas personas no habrían despertado sospechas de la Policía de Investigaciones de Chile porque -además- tienen la categoría de residentes. Maldonado y Córdova instalaron al menor en un inmueble en Santiago Centro, en pleno corazón de la capital chilena, en un sector donde reside un alto número de ciudadanos peruanos. En un comienzo, el niño no tuvo sospechas de que su trabajo no sería remunerado y que se transformaría prácticamente en un esclavo.
A partir de las 08:00 el menor debía cumplir todas las tareas del hogar, incluyendo la preparación del desayuno de la pareja y la limpieza de todo el inmueble. Luego debía salir a vender ropa (vestimentas ecuatorianas, principalmente) y artesanía de Ecuador en diversas ferias callejeras en las afueras de Santiago, en suburbios, como San Bernardo.
En los últimos años, muchos otavaleños se han instalado en Chile a vender sus artesanías, por lo que el menor no despertó sospechas. Pese a su trabajo, el niño no recibió nada a cambio y los adultos a su cargo solían darle todo tipo de excusas e incluso le decían que el dinero era enviado a sus padres.
El menor, que actualmente tiene 15 años, tenía que cargar pesados sacos de ropa y moverse desde el centro de Santiago hasta las afueras de la ciudad, en un viaje que en transporte público puede demorar al menos una hora. Cuando el niño comenzó a exigir algo de dinero, los adultos lo amenazaron. El menor no se atrevió a denunciar su caso ante ninguna autoridad ni organismo.
Desde el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) señalaron a EL TELÉGRAFO que los adultos le requisaron su documento de identidad y que el niño era sometido a largas jornadas laborales, al menos hasta las 20:00, los 7 días de la semana, sin descanso. No recibía la alimentación que requería y dormía en un garaje.
Viaje de regreso
La historia tuvo un vuelco cuando un vecino del menor, que comenzó a sospechar que algo raro ocurría con este niño ecuatoriano, denunció el caso.
A mediados de julio, carabineros (Policía chilena) detuvieron a Maldonado y Córdova, quienes fueron derivados al Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago.
A partir de ese momento, el niño fue trasladado a un recinto asistencial, donde se le hicieron diversos exámenes de salud y actualmente -por disposición del Tribunal de Familia- vive con un cuidador provisorio.
Tras la detención de los ciudadanos ecuatorianos, el Servicio Nacional De Menores (Sename), el organismo del Gobierno chileno encargado de la protección de los derechos de los niños, presentó una querella contra la pareja que esclavizaba al menor y el caso pasó a la justicia.
Este martes, el Instituto Nacional de Derechos Humanos, un organismo dependiente del Estado, presentó otra querella por el delito de trata de personas en perjuicio del niño. El INDH tiene un mandato legal de promoción y defensa de los derechos humanos en Chile.
Se esperaba que el menor se presentara ayer ante un juzgado. Su declaratoria se adelantó, con el objetivo de agilizar su regreso a Ecuador. La Unidad de Relaciones Internacionales del Sename realiza los trámites para el viaje de regreso con su familia. En Chile está estrictamente prohibido el trabajo para niños menores de 15 años. Los mayores de 15 años pueden celebrar contratos, siempre y cuando el trabajo no implique un deterioro físico ni sicológico, y que el niño (o niña) pueda ejercer su derecho a asistir a una escuela.
Según el recurso judicial del INDH, “actualmente el menor se encuentra en una situación migratoria irregular desde noviembre de 2012, lo que, además, agrava la situación de vulnerabilidad del niño, a quien se le impidió acceder tanto al sistema educacional, como al de salud”. De acuerdo con este organismo, el niño pidió en reiteradas ocasiones a la pareja regresar con sus padres en Ecuador, pero se lo impidieron, sometiéndolo a un trato de esclavo.
“La trata de personas constituye una clara violación de derechos humanos reconocidos por tratados internacionales vigentes en Chile. Es prioritario que el Estado trabaje en la prevención, investigación y sanción de lo que hoy es considerado una forma de esclavitud moderna, además de garantizar que las víctimas de trata accedan a programas de salud física y sicológica”, manifestó Lorena Fries, directora del INDH.
De acuerdo con cifras de la Subsecretaría del Ministerio del Interior de Chile, entre 2007 y 2011, 22 personas en total han sido identificadas como víctimas del delito de trata de personas gracias a diversos procedimientos policiales. El 38% correspondió a menores y el 64% a mujeres.
http://www.telegrafo.com.ec/mundo/item/una-denuncia-ciudadana-salva-a-nino-ecuatoriano-esclavo-en-chile.html
Pero lo que parecía un ‘buen futuro’ se transformó en una pesadilla. El menor fue esclavizado por una pareja de ciudadanos ecuatorianos, en un caso que ha conmovido a los chilenos, poco acostumbrados a este tipo de delitos. Según la Policía local, se trata del primer caso de estas características que se da en Chile y que involucra a un menor que es abusado laboralmente.
Los ciudadanos ecuatorianos Luis Maldonado Santa Cruz y María Rosa Córdova Farinango ingresaron al niño en calidad de turista, con el permiso correspondiente de los padres del menor.
Estas personas no habrían despertado sospechas de la Policía de Investigaciones de Chile porque -además- tienen la categoría de residentes. Maldonado y Córdova instalaron al menor en un inmueble en Santiago Centro, en pleno corazón de la capital chilena, en un sector donde reside un alto número de ciudadanos peruanos. En un comienzo, el niño no tuvo sospechas de que su trabajo no sería remunerado y que se transformaría prácticamente en un esclavo.
A partir de las 08:00 el menor debía cumplir todas las tareas del hogar, incluyendo la preparación del desayuno de la pareja y la limpieza de todo el inmueble. Luego debía salir a vender ropa (vestimentas ecuatorianas, principalmente) y artesanía de Ecuador en diversas ferias callejeras en las afueras de Santiago, en suburbios, como San Bernardo.
En los últimos años, muchos otavaleños se han instalado en Chile a vender sus artesanías, por lo que el menor no despertó sospechas. Pese a su trabajo, el niño no recibió nada a cambio y los adultos a su cargo solían darle todo tipo de excusas e incluso le decían que el dinero era enviado a sus padres.
El menor, que actualmente tiene 15 años, tenía que cargar pesados sacos de ropa y moverse desde el centro de Santiago hasta las afueras de la ciudad, en un viaje que en transporte público puede demorar al menos una hora. Cuando el niño comenzó a exigir algo de dinero, los adultos lo amenazaron. El menor no se atrevió a denunciar su caso ante ninguna autoridad ni organismo.
Desde el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) señalaron a EL TELÉGRAFO que los adultos le requisaron su documento de identidad y que el niño era sometido a largas jornadas laborales, al menos hasta las 20:00, los 7 días de la semana, sin descanso. No recibía la alimentación que requería y dormía en un garaje.
Viaje de regreso
La historia tuvo un vuelco cuando un vecino del menor, que comenzó a sospechar que algo raro ocurría con este niño ecuatoriano, denunció el caso.
A mediados de julio, carabineros (Policía chilena) detuvieron a Maldonado y Córdova, quienes fueron derivados al Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago.
A partir de ese momento, el niño fue trasladado a un recinto asistencial, donde se le hicieron diversos exámenes de salud y actualmente -por disposición del Tribunal de Familia- vive con un cuidador provisorio.
Tras la detención de los ciudadanos ecuatorianos, el Servicio Nacional De Menores (Sename), el organismo del Gobierno chileno encargado de la protección de los derechos de los niños, presentó una querella contra la pareja que esclavizaba al menor y el caso pasó a la justicia.
Este martes, el Instituto Nacional de Derechos Humanos, un organismo dependiente del Estado, presentó otra querella por el delito de trata de personas en perjuicio del niño. El INDH tiene un mandato legal de promoción y defensa de los derechos humanos en Chile.
Se esperaba que el menor se presentara ayer ante un juzgado. Su declaratoria se adelantó, con el objetivo de agilizar su regreso a Ecuador. La Unidad de Relaciones Internacionales del Sename realiza los trámites para el viaje de regreso con su familia. En Chile está estrictamente prohibido el trabajo para niños menores de 15 años. Los mayores de 15 años pueden celebrar contratos, siempre y cuando el trabajo no implique un deterioro físico ni sicológico, y que el niño (o niña) pueda ejercer su derecho a asistir a una escuela.
Según el recurso judicial del INDH, “actualmente el menor se encuentra en una situación migratoria irregular desde noviembre de 2012, lo que, además, agrava la situación de vulnerabilidad del niño, a quien se le impidió acceder tanto al sistema educacional, como al de salud”. De acuerdo con este organismo, el niño pidió en reiteradas ocasiones a la pareja regresar con sus padres en Ecuador, pero se lo impidieron, sometiéndolo a un trato de esclavo.
“La trata de personas constituye una clara violación de derechos humanos reconocidos por tratados internacionales vigentes en Chile. Es prioritario que el Estado trabaje en la prevención, investigación y sanción de lo que hoy es considerado una forma de esclavitud moderna, además de garantizar que las víctimas de trata accedan a programas de salud física y sicológica”, manifestó Lorena Fries, directora del INDH.
De acuerdo con cifras de la Subsecretaría del Ministerio del Interior de Chile, entre 2007 y 2011, 22 personas en total han sido identificadas como víctimas del delito de trata de personas gracias a diversos procedimientos policiales. El 38% correspondió a menores y el 64% a mujeres.
http://www.telegrafo.com.ec/mundo/item/una-denuncia-ciudadana-salva-a-nino-ecuatoriano-esclavo-en-chile.html
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